Laozi

Laozi (¿siglo V a. C.?)

Escritor y pensador chino. Los escritos tradicionalmente atribuidos a Laozi y reunidos en el texto que lleva su nombre, Laozi, y que también se conoce con la denominación de Dao de jing (o Tao te ching) es, sin duda alguna, uno de los clásicos del pensamiento chino que ha gozado de mayor difusión y recepción en Occidente. A pesar de la relevancia de esa obra, la autoría y datación de dicho texto siguen siendo aún objeto de intenso debate entre los especialistas. Como ocurre con muchas de las grandes figuras intelectuales de la China preimperial, apenas se dispone de información fiable acerca de la vida y formación de Laozi. La noticia biográfica que le dedicó Sima Qian, historiador de la dinastía Han, en su monumental Shiji (Registros históricos), se encuentra desprovista prácticamente de datos y, además, muchos de ellos pueden ser considerados infundados o legendarios. En cualquier caso, fue contemporáneo de Confucio, su nombre de familia fue Li y su apelativo social, Er. En opinión del cronista, fue oriundo del antiguo reino de Chu aunque desempeñó la función de archivero en la corte central de los Zhou. Años más tarde abandonó su puesto y se trasladó a los confines occidentales del reino de Qin, donde dictó los cinco mil caracteres de los que consta su breve pero influyente obra.

Con todo, distintas razones hicieron que desde muy temprano se pusiera en tela de juicio la veracidad de ese escueto relato biográfico. De lo que no cabe duda es de que el texto, sea o no obra directa de un personaje llamado Laozi, adquirió muy pronto popularidad y difusión. En la actualidad se considera que es una obra que recoge una tradición oral anterior, que se fue estratificando y transformando hasta quedar fijada por escrito a mediados del siglo IV a. C.

El Laozi es, sin duda alguna, el texto chino que ha sido objeto de mayor número de traducciones, y  en lengua castellana cuenta con un notable elenco de versiones directas. Si bien se conservan  ediciones o versiones anteriores, sin duda alguna la más influyente se debe a Wang Bi (226–249). Desde su posición de funcionario pudo redactar tres comentarios cuyo prestigio y autoridad han perdurado: un suplemento crítico a los comentarios de He Yan sobre las Analectas de Confucio, un extenso comentario al Laozi que dominará hasta el presente con la única interrupción de la dinastía Tang (618–907), y su interpretación del Yijing, que se ha convertido en el comentario de referencia. En la versión de Wang Bi se han basado dos traducciones directas al castellano: la de Carmelo Elorduy (M., Tecnos, 1980) y la de Anne–Hélène Suárez (M., Siruela, 1997). También se apoyó en esta edición la traducción al catalán de Sean Golden y Marisa Presas (B., Proa, 2000).

En 1973 se produjo un hallazgo arqueológico de gran magnitud en la pequeña localidad de Mawangdui (provincia de Hunan). En una tumba perteneciente a un noble de la dinastía Han, y que fue sellada alrededor del año 168 a. C., se encontraron numerosos manuscritos, muchos de ellos desconocidos. Entre ese abundante material se hallaron dos versiones virtualmente completas del Laozi de gran valor histórico, por ser el más antiguo conocido hasta entonces. Ambas versiones, que los paleógrafos decidieron denominar A y B, presentaban notables diferencias terminológicas y estructurales en relación con la edición de Wang Bi. Juan Ignacio Preciado publicó una traducción completa de los manuscritos A y B del Laozi de Mawangdui (M., Alfaguara, 1979), que fue recompensada con el premio Nacional a la mejor traducción en ese año.

Por último, cabe mencionar la llamada versión de Guodian, hallada en 1993 en el complejo arqueológico de las montañas Jishan (provincia de Hubei). A pesar de que ninguno de los documentos u objetos recuperados contenga fecha explícita o referencia histórica, las similitudes estructurales respecto de la cercana tumba número 1 de Baoshan, cuya fecha de sepultura fue situada con precisión en el año 323 a. C., permiten establecer la datación de la tumba de Guodian alrededor del año 300 a. C. Así pues, los fragmentos recuperados del Laozi en ese lugar constituyen la versión más antigua hallada hasta ahora. En lengua castellana, existe una traducción completa de dicha versión a cargo de J. I. Preciado (M., Trotta, 2005; varias reed.), que incluye, además, la traducción de las versiones de Mawangdui y de la edición canónica de Wang Bi.

 

Albert GALVANY LARROUQUERE