Christie, Agatha

Christie, Agatha (Torquay, 1890–Londres, 1976)

Novelista inglesa, apellidada de soltera Miller. Su madre, maestra, se encargó de su educación y le inculcó la afición por la lectura y la escritura. En 1914 se casó con el coronel Archibald Christie, de quien conservó el apellido después de divorciarse. En 1930 contrajo nuevo matrimonio con el arqueólogo sir Max Mallowan, a quien acompañó en sus excavaciones y cuyos viajes inspiraron buena parte de su narrativa. Su obra consta de 81 novelas y varias colecciones de relatos breves. Es autora, además, de veinticuatro obras de teatro y seis novelas románticas, estas últimas firmadas con el seudónimo Mary Wasmacott. Entre 1958 y 1976 fue presidenta del Detection Club, asociación británica de escritores de misterio, y en 1971 fue nombrada Dama de la Orden del Imperio Británico.

Mientras Inglaterra alcanzaba la «edad de oro» de la narrativa de detectives, con Agatha Christie como autora más destacada, en España se producía un estancamiento en la importación de novelas de este tipo, tras haberse traducido copiosamente Arthur Conan Doyle primero, y a E. A. Poe, Wilkie Collins y Émile Gaboriau después. La situación cambió considerablemente después de la Guerra Civil, cuando de nuevo la narrativa de detectives extranjera volvió a irrumpir con fuerza en el mercado editorial español. Tanto es así que muchas editoriales comenzaron a dedicarle una sección exclusiva.

De mano de su fundador, Pablo del Molino, en los años 40 la editorial Molino inició la publicación de una amplia serie de novelas dirigidas al gran público; destacó sobre todo su colección «Biblioteca Oro», en la que, además de relatos románticos y de aventuras, abundaban las novelas de detectives. En la década de los 50 la obra de Agatha Christie predominaba ya en la producción de esta editorial. Sus novelas se editaron en series y el éxito de ventas llevó a que se continuaran reeditando en los decenios siguientes y hasta el momento actual, con un total de cerca de diez millones de ejemplares. La propia editorial Molino publicó en 1934 la primera la novela en castellano de esta autora, La muerte de lord Edgware, traducida por José Mallorquí. La siguieron, en la misma editorial, Tragedia en tres actos del mismo traductor (1935), Muerte en las nubes de A. Nadal (1936) y El misterio de la guía de ferrocarriles, de nuevo de J. Mallorquí (1940). También en 1937 la editorial Letras de Zaragoza había publicado El asesinato de Rogelio Ackroyd. La gran acogida que la obra de la escritora tuvo en el público español hizo que otras editoriales se animaran a publicar títulos de otros creadores de la llamada «novela–enigma». Al éxito de público se sumó la ventaja que estas novelas ofrecían de no ser en absoluto problemáticas para los obstáculos que continuamente imponía la acción de la censura.

Con la progresiva introducción de esta narrativa se inició también el interés de la crítica por este nuevo fenómeno literario, en particular por la novela británica y, sobre todo, por la obra de A. Christie. Fue objeto de al menos ocho adaptaciones teatrales en las tablas madrileñas en la segunda mitad de los años 50. En los 60 y 70 se observa una reducción en el número de ediciones, pero a partir de los 80, y a medida que se acercaba el centenario de su nacimiento, se produjo una explosión de nuevas ediciones, reediciones y colecciones de las obras completas, y fueron varias las casas editoriales que se sumaron a tal celebración. Aunque algunas de sus obras ya habían sido traducidas al catalán durante los años de la Transición, es a partir de los 90 cuando aparece un mayor número de sus obras vertidas a ese idioma, y en menor número al gallego y el vasco.

La afición por la novela de intriga generada por la obra de A. Christie condujo a la introducción masiva de obras de otros muchos escritores extranjeros. Pero mientras a la mayoría de ellos se los ha ido olvidando con el paso de los años, sólo la obra de la dama del misterio permanece viva en el gusto del lector actual, hasta el punto, y valga el dato, de que sólo en el transcurso de los primeros años del siglo XXI ya se contabilizaban 170 nuevas ediciones y reediciones de sus novelas en las varias lenguas peninsulares, en traducciones de Stella de Cal, Guillermo López Hipkiss, María Cameselle, Ángel Soler Crespo, Koro Navarro, Alberto Álvarez Lugrís, etc. Por lo que se refiere a su influencia en la narrativa española, el rígido patrón que caracteriza la variante clásica de la narrativa de detectives nunca consiguió ser adaptado al contexto sociocultural hispano: las escasas tentativas no superan la mera imitación del modelo británico, y ello frecuentemente con tintes cómicos, burlescos o paródicos. Aun así, no cabe duda de que la gran expansión de la obra de la escritora en los años de la posguerra animó a varios escritores españoles (entre otros Mario Lacruz, García Pavón, Rafael Tasis y Manuel de Pedrolo) a iniciar una narrativa de detectives propia.

 

Bibliografía

César Besó Portalés, «El teatro de Agatha Christie en la posguerra española», Tonos digital: Revista de estudios filológicos 15 (2008).

Carlos Rodríguez Joulia Saint-Cyr, La novela de intriga. Diccionario de autores, obras y personajes. Ediciones en castellano, Madrid, ANABA, 1972.

Manuel Valle, Agatha Christie. Historias sin historia de la naturaleza humana, Granada, La Vela, 2006.

Salvador Vázquez de Parga, La novela policiaca en España, Barcelona, Ronsel, 1993.

 

María José Álvarez Maurín