Rostand, Edmond

Rostand, Edmond (Marsella, 1868–París, 1918)

Poeta y dramaturgo francés. Su nombre va unido al renacer del teatro en Francia a finales del siglo XIX, con el género del drama romántico en verso. Al éxito de su carrera contribuyó, sin duda, su amistad con los grandes actores Sarah Bernhardt y Coquelin, a quien dedicó Cyrano. Para la primera escribió La princesse lointaine (1895), sobre una crónica medieval, y La Samaritaine (1897), inspirada en los Evangelios. Pero todo quedó empequeñecido ante el clamoroso éxito –popular y de crítica– de Cyrano de Bergerac (estrenada el 27 y el 28 de diciembre de 1897), gracias también a la interpretación de Coquelin y a la escenografía del propio Rostand. El drama en verso renace con él y el teatro de la Porte–Saint–Martin consigue el apoyo del gran público: veinte minutos de aplausos ininterrumpidos en su primera representación dan fe de ello. La obra confirmaba y ampliaba la romántica leyenda del libertino erudito, filósofo, poeta y novelista del siglo XVII: Cyrano, hombre de pluma y de espada, proponía al público francés de la época un modelo de individuo total y el imaginario nacional no podía dejar de identificarse con la glorificación de una Francia heroica que, como Cyrano, se aferraba a su penacho. A Cyrano le siguió L’Aiglon (1900), el presunto heredero de Napoleón I y exponente de la vitalidad de la leyenda napoleónica, con Bernhardt en el papel del duque de Reichstadt. Al año siguiente fue elegido miembro de la Academia Francesa. La fría acogida dispensada a Chantecler (1910) decidió a Rostand a retirarse a su casa de Cambo–les–Bains, donde ultimó algunos poemas y trabajó en una traducción del Fausto, que dejó inacabada.

La noticia del éxito del Cyrano no podía pasar inadvertida en España, donde María Guerrero luchaba junto con Fernando Díaz de Mendoza por dar nuevo esplendor al teatro español. Ambos adquirieron los derechos de representación por un precio elevadísimo. La versión al castellano se encargó a un equipo de tres traductores, avezados en tareas de traducción, tanto al castellano como al catalán, Luis Vía, José Oriol Martí y Emilio Tintorer, quienes la emprendieron con los más visibles deseos de fidelidad al texto original. El estreno tuvo lugar en el Teatro Español de Madrid el 1 de febrero de 1899, y el texto fue publicado el mismo año por La Renaixença de Barcelona: habían transcurrido poco más de trece meses del estreno en París y el éxito que obtuvo fue similar. Emilio Castelar, en La Ilustración Artística, justificaba el éxito por la perdurable vitalidad del teatro romántico en España, juicio significativo de un estado de opinión entre aquellos críticos que se aferraban a los antiguos cánones estéticos. Cyrano, prototipo de un resucitado drama romántico, representaba un baluarte contra las formas escénicas novedosas que luchaban por implantarse en Madrid, con desigual fortuna.

Para llevar a la escena española la obra de Rostand, los traductores creyeron que había que ofrecer al público de Madrid una versión identificable como romántica y utilizar en la traducción las formas más características del teatro romántico español: y así, se encuentran en la versión el romance octosílabo, el romance endecasílabo o heroico, redondillas octosílabas, silvas de endecasílabos y heptasílabos, endecasílabos pareados, quintillas, octavillas agudas. Esta riqueza métrica es superior, por ejemplo, a la usada por José Zorrilla en su Don Juan Tenorio (siete combinaciones) y, en cualquier caso, muy alejada de la versificación teatral tradicional adoptada por Rostand, la serie de pareados de alejandrinos con la debida alternancia de rimas masculinas y femeninas, salvo en contadas ocasiones. Del éxito de este Cyrano castellano da fe su pervivencia, aún a mediados del siglo XX, en las representaciones de Alejandro Ulloa, así como sus renovadas ediciones. (M., Espasa–Calpe).

Cyrano cuenta también con traducciones de Luis Fernández Ardavín, prolífico autor teatral (M., Alfil, 1956), de Mauro Armiño (M., Edimat, 2000; nueva ed. M., Cátedra, 2008 y 2016) y de Jaime y Laura Campmany (Espasa–Calpe, 2000; reed., 2007). En catalán existen las traducciones en verso de Alvar d’Orriols (B., Millà, 1970) y de Xavier Bru de Sala para el estreno del Cyrano en Barcelona en 1985 por la compañía de Josep Maria Flotats, que publicó el Institut del Teatre de Barcelona el mismo año y ha sido varias veces reeditada (B., Proa, 1990, 1995, 2005). Dicha traducción recibió el Premio Josep Maria de Sagarra 1984 y, según el traductor, está prevista para la escena y tiene el mismo número de versos y de sílabas métricas que el original. Más reciente es la versión de Miquel Pujadó, publicada por Barcanova (Barcelona) en 2015, contemporánea de su propia traducción al castellano (M., Anaya). La posteridad ha confirmado, pues, lo que proclamó Rubén Darío en su crónica en La Nación de Buenos Aires «Cyrano en casa de Lope»: «He aquí que Cyrano de Bergerac traspasa de un salto el Pirineo. Cyrano está en su casa».

Distinta ha sido la suerte del resto de la producción de Rostand, aunque El Aguilucho, estrenada el 19 de enero de 1920 en el Teatro Español de Madrid por la compañía de María Guerrero, cuenta con una traducción de Luis de Oteyza y de Manuel Machado (M., La Farsa, 1932), y Los noveleros (Les romanesques) con otra de Antonio Palomero (M., La Novela Corta, 1917). Por su parte, el poema dramático La princesa llunyana fue traducido al catalán por Lluís Via para su representación en el Teatro Principal de Barcelona (B., Vda. J. Cunill, 1909).

 

Bibliografía

Dámaso Chicharro, «La formación teatral de los Machado: traducciones y refundiciones» en C. Argente del Castillo et al. (eds.), Homenaje al profesor Antonio Gallego Morell, Granada, Universidad de Granada, 1989, I, 387–403.

Montserrat Cots, «La versión española del Cyrano de Bergerac de Edmond Rostand» en F. Lafarga (ed.), Imágenes de Francia en las letras hispánicas, Barcelona, PPU, 1989, 287–295.

Jeanyves Guérin, Cyrano de Bergerac d’Edmond Rostand, París, Presses Sorbonne Nouvelle, 2018.

Edmond Rostand, Cyrano de Bergerac. Ed. de Jeanyves Guérin, París, Honoré Champion, 2018.

Jesús Rubio Jiménez, «Edmond Rostand en España. Ensayo de aproximación», Estudios de Investigación Franco–Española 5 (1991), 59–72.

 

Montserrat Cots