Reina 1569

Casiodoro de Reina: «Amonestación del interprete de los Sacros Libros al Lector»

La Biblia, que es, los Sacros libros del Vieio y Nuevo Testamento. Trasladada en Español (Basilea, Thomas Guarin, 1569), [17–30]

Fuente: Nora Catelli & Marietta Gargatagli, El tabaco que fumaba Plinio. Escenas de la traducción en España y América: relatos, leyes y reflexiones sobre los otros, Barcelona, Ediciones del Serbal, 1998, 194–196.

 

[194] Primer interprete de los Sacros libros al Lector Y à toda la iglesia del Señor, en que da razon de su translacion ansi en general, como de algunas cosas especiales.

Si es conveniente o no, que la ley de Dios, y todo el cuerpo de su palabra ande de manera que pueda ser entendida de todos, remitiendonos à otros muchos que antes de nosotros la han tratado copiosa y acertadamente, bastarà por aora amonestarles con toda charidad y humildad.

Resta que en lo que à version toca demos razon de algunas cosas, ansi paraque à la Iglesia del Señor conste de nuestra razon en todo loque conviene como paraque el pio lector, entendido nuestro intento, se pueda mejor aprovechar de nuestras diligencias. Primeramente declaramos no aver seguido en esta Transslacion en todo y por todo la vieja Translacion Latina, que està en el comun uso: porque aunque su autoridad por la antigüedad sea grande, ni lo uno ni lo otro le escusan los muchos yerros que tiene, apartandose del todo innumerables vezes de la verdad del texto Hebraico: otras, añadiendo: otras, trasponiendo de unos lugares en otros, todo lo qual aunque se puede bien porfiar, no se puede negar. Ansi que pretendiendo dar la pura palabra de Dios en quanto se puede hazer, menester fue que esta no fuesse nuestra comun regla, (aunque la consultamos como à qualquiera de los otros exemplares que tuvimos) antes, que conforme el prescripto de los antiguos concilios, y doctores sanctos de la Iglesia, nos acercaremos de la fuente del Texto Hebreo quanto nos fuese possible, (puesque sin controversia ninguna de el es la primera authoridad) lo qual hezimos siguiendo comunmente la translacion de Santes Pagnino, que al voto de todos los doctos en la lengua Hebraica es tenida por la mas pura que hasta ahora ay. En los lugares que tienen alguna difficultad por pequeña que sea, ni à esta ni à otra ninguna hemos dado tanta autoridad, que por su solo affirmar la siguiessemos, antes hemos tenido recurso al mismo texto Hebraico, y conferidos entre si los diversos pareceres, hemos usado de nuestra libertad de escoger lo que nos ha parecido lo mas conveniente, sin obligarnos en esto à una version mas que à otra, pues que siendo los pareceres differentes, de necesidad aviamos de seguir el uno solo. Y para satisfazer en este caso â todos gustos, en los lugares de mas importancia añedimos en el margen las interpretaciones diversas que no pudimos poner en el texto, para que el lector tome la que mejor le pareciere, si la que nosotros ovieremos seguido, no le contentare.

De la vieja Translacion Española del Viejo Testamento, impresa en Ferrara, nos avemos ayudado en semejantes necessidades mas que de ninguna otra que hasta aora ayamos visto, no tanto por aver ella siempre acertado mas que las otras en cosas semejantes, quanto por darnos la natural y primera sinificacion de los vocablos Hebreos, y las differencias de los tiempos de los verbos, como estan [195] en el mismo texto, en lo qual es obra digna de mayor estima (à juyzio de todos los que la entienden) que quantas basta aora ay: y por esta tan singular ayuda, de laqual las otras transslaciones no han gozado, esperamos que la nuestra por lo menos no será inferior à ninguna deellas.

Fuera de esto tiene tambien grandes yerros: algunos affectados en odio de christo: como en el cap, 9, de Isayas ver, 4, donde trasladò ansi, Y llamò su nombre el Maravilloso, el Consegero: el Dio Barragan el Padre eterno, Sar–Salom, añidiendo de suyo con malicia Rabbinica este articulo (el) en todos estos nombres, y no en el postrero Sar–salom: siendo otramente assaz diligentes los autores deella en no dexar los tales articulos quando el texto los pone, y en no poner lo que no hallan en el. Mas en este lugar este sacrilegio al parecer tan pequeño no les es de poca importancia para defenderse en su pertinacia: porque se vee claro, que todos aquellos nombres son titulos clarismos del Messias.

Esta maldita malicia no ha lugar, si se traslada fielmente como esta en el texto sin poner el articulo (el) sobre ningun nombre, como nosotros avemos trasladado.

La signification del nombre es muy conveniente à lo que significa: porque es tomado de la primera propriedad de Dios, que es del ser, lo qual es proprio suyo: y todo lo de mas que en el mundo es, lo tiene mendigado deel.

Por menor mal peccar contra ella, aunque fuesse en mucho, y en muy poco contra la integridad del texto. Dode hallamos el Hebraismo tan duro, que buelto palabra pòr palabra en Español, quedaria del todo inintelligible, pusimos en el texto el sentido deel, y porque nada quedase el texto defraudado, y quedasse libre el sentido deel à quien lo entediesse de otra manera, pusimos lo en el margen con esta nota Heb. commo esta en el Hebreo palabra por palabra. Donde el Hebraismo no es tan escuro, perô toda via tiene difficultad, declaramos lo en el margen, como lo entendimos, con esta nota. q.d. (quiere dezir) otra vez es sin ella por no ocupar el margen que nos quedava pequeño. De manera que todas nuestras annotaciones son, o diversas interpretaciones en los lugares ambiguos, como ya arriba hemos declarado, o el Hebraismo, donde es del todo absurdo en Español: o declaracion del Hebraismo donde es algo difficil.

La obra nos ha durado entre las manos enteros doze años. Sacado el tiempo que nos han llevado o enfermedades, o viajes, o otras occupaciones necessarias en nuestro destierro y pobreza, podemos affirmar, que han sido bien los nueve, que no hemos soltado la pluma de la mano, ni affloxado el fluido en quanto las fuerças ansi del cuerpo como del animo nos han alcançado.

Que puesque y a se entiende que el uso de la divina escriptura en lengua vulgar en bien que se conceda (como el Decreto del concilio Tridentino ha determinado) prudencia digna de Reyes y Pastores Christianos seria poner orden con tiempo en mandar hazer una version, no à uno ni à pocos, sino à diez o doze hombres escogidos por los mas doctos y pios de todas las universidades y Iglesias del Reyno, los quales con tal diligencia consultassen el texto Hebreo en el Viejo Testamento, y el Griego en el Nuevo, y todas las versiones que se pudiessen aver, y de todas sacassen una versiõ Latina que sirviesse para las escuelas, y otra vulgar [196] que sirviesse para el vulgo: à las quales por un publico Cõcilio, à lo menos nacional, y con el favor del publico, ssupremo Magistrado se les diesse summa authoridad paraque estas solas tuviessen fuerça de Escriptura canonica, por la qual se decidiese diffinitivamente, como por legitimas leyes, todo negocio o disput Ecclesiasstica, y para ser alegada por tal ansi en sermones como en lecciones a o disputas à la qual so gravissima pena nadie pudiese quitar, ni mudar, ni añidir.

En la impression de estas tales versiones tambien me parece que devria de aver especial recato: Que para evitar la corrupcion por culpa de los muchos impressores se señalasse uno, el que se estimase ser el mas diligente y fiel en su officio, el quel solo fuesse cualificado por publica autoridad del Synodo, o concilio nacional para imprimir la Biblia dicha, el cual fuesse obligado à hazer tantas impressiones deella al año, o de cierto en cierto tiempo, quantas al Concilio pareciesse que bastarian, para que el no aver mas de un impressor deella no fuesse causa à el de avaricia, y à la Iglesia de falta. Dé el Señor espiritu en los animos de los Reyes y Pastores Christianos paraque zelando, como deven, la gloria de Dios y el bien de su pueblo, conciban algun dia tales pensamientos. Amen.