Mena, Juan de

Mena, Juan de (Córdoba, 1441–Torrelaguna, 1456)

Poeta y traductor en lengua castellana, que encarnó en su época el prototipo del hombre de letras. Se licenció de maestro en artes en la Universidad de Salamanca. De allí pasó a Italia, donde se hallaba en 1442 y solicitaba beneficios eclesiásticos ante la curia papal. En 1444, ya regresado a Castilla, ofreció su Laberinto de Fortuna al rey Juan II, quien le nombró cronista real y secretario de cartas latinas. Gozó fama de poeta de amores, tema sobre el que escribió diversas canciones y decires, en los que analizó, en un estilo retórico y un lenguaje abstracto y reflexivo, los complejos sentimientos y emociones de la pasión amorosa. Como poeta cortesano también aplicó su verso a otros géneros y temas surgidos de la vida de la corte, encareciendo o rebajando satíricamente a distintos personajes. De sus poemas mayores, ofrece notable interés la Coronación del marqués de Santillana, que celebra el triunfo de Íñigo López de Mendoza en la toma de Huelma en 1438. El poema es una compleja visión alegórica, en cincuenta y una coplas octosilábicas, a las que añadió un comentario en prosa para explicar el sentido profundo de sus versos.

Su principal obra es el Laberinto de Fortuna, o las Trescientas, extenso poema narrativo, constituido en realidad por doscientas noventa y siete coplas de arte mayor, en el que describe el recorrido del poeta, guiado por Providencia, a través de la casa de Fortuna, donde contempla los círculos de los siete planetas, ocupado cada uno por distintos personajes del pasado y del presente. La descripción de sus comportamientos morales tenía por objeto presentar al caballero castellano una norma de conducta y ofrecer al propio rey directrices de buen gobierno. Tales planteamientos se corresponden con un estilo elevado y selecto, como reflejan la lengua artificiosa y el verso rítmico y sonoro en que está compuesto. Después del Laberinto, Mena se ocupó en escritos menores, y sólo al final de su vida emprendió una obra de mayor empeño, que dejó inacabada, las Coplas de los pecados mortales, poema de severo ascetismo moral que describe el combate alegórico entre la Razón y la Voluntad, y en el que el poeta demanda una poesía de provecho, reducida «a la católica vía» y lejos de toda ficción y artificio. También es autor de una estimable obra en prosa que comprende gran variedad de materias y modalidades estilísticas, desde la Antigüedad clásica, tratados en los comentarios en prosa a la Coronación, hasta los escritos genealógicos y nobiliarios, como el Tratado sobre el título de duque o las Memorias de algunos linajes, o el tratado de teoría amorosa (Tratado de amor).

La Ilíada en romance, también titulada Omero romançado y, quizás más propiamente, Sumas de la Ilíada de Omero, es una traducción, por encargo del rey Juan II, de la Ilias latina. Es esta última una versión compendiada, en 1070 hexámetros latinos, de la obra de Homero, que, atribuida primero a Silio Itálico y luego a un Píndaro Tebano, circuló profusamente por toda la Edad Media y, en especial, por España. En el «Prohemio de Juan de Mena al Rey Don Juan el Segundo» indica que eligió como modelo esta versión poética y resumida del original griego, con el fin de despertar la admiración por Homero y su obra («causar a los lectores nuevo amor y devoción con las altas obras deste autor»),  defendiéndolo también de las acusaciones de falta de rigor histórico que, por ejemplo, le imputaba un Guido de Colonna.  A ella se atuvo fielmente, y emprendió una traducción muy directa y literal, cuyos resultados no son siempre del todo felices. Es muy probable que Mena estuviese a la espera de que el humanista italiano Pier Candido Decenbrio terminase su versión latina de la Iliada, que había prometido a Juan II, para traducirla él al castellano. En tanto llegaba esa versión «plenaria y extensa», ofreció al rey una breve suma de materia homérica que fuera saciando sus apetencias intelectuales. Luego probablemente intervino en la traducción castellana que de la versión del escritor italiano se hizo en Castilla a nombre de Pedro González de Mendoza.

Deslumbrado, como el rey, por la obra de Homero, que, cree, no han sido capaces de recoger en su esencia la gramática y retórica latinas, Mena lamenta aún más las limitaciones del «rudo y desierto romance» para ese cometido, incapaz de «traducir e interpretar una tan santa y seráfica obra». En consecuencia, el procedimiento habitual que se le impone en la traducción es el del latinismo y puro calco lingüístico, que a veces trata de aclarar acudiendo al expediente de la iteración sinonímica o al comentario de glosas explicativas (introducidas por fórmulas como «es a decir», «conviene a saber»). Acorde igualmente con la alta estima estilística que le merecía la obra de Homero, empleó para su presentación en el proemio un estilo elevado y sonoro, que es una de las mejores muestras de la prosa ornamental y retórica salidas de su pluma. De la Ilíada en romance hay ediciones modernas por Martín de Riquer (B., Selecciones Bibliófilas, 1949), Tomás González Rolán, M.ª Felisa del Barrio y A. López Fonseca (M., Ediciones Clásicas, 1996); también se ha incluido en las Obras completas de J. de Mena editadas por Miguel Ángel Pérez Priego (B., Planeta, 1989).

 

Bibliografía

Carlos Alvar, «Juan de Mena, Alfonso X y la Farsalia» en C. Moya García (ed.), Juan de Mena, de letrado a poeta, Londres, Tamesis, 2015, 129–142.

Pedro M. Cátedra, «Sobre la biblioteca del marqués de Santillana: la Ilíada y Pier Candido Decenbrio», Hispanic Review 51 (1983), 23–28.

Tomás González Rolán & M.ª Felisa del Barrio, «Juan de Mena y su versión de la Ilias latina», Cuadernos de Filología Clásica 19 (1985), 47–84.

Tomás González Rolán, M.ª Felisa del Barrio & A. López Fonseca, «Estudio preliminar» en J. de Mena, La «Ilíada» de Homero, Madrid, Ediciones Clásicas. 1996.

Marina Gurruchaga, «Un códice perdido de la Biblioteca del Marqués de Santillana: el Fedón o Diálogo de la inmortalidad del alma y el resumen de la Ilíada en castellano por Juan de Mena (ms. 36 de la Biblioteca Menéndez Pelayo de Santander)», Anuario de Estudios Medievales 27:2 (1997), 1177–1193.

Sol Miguel Prendes, «Translation, Authority and Authorship in the Works of Enrique de Villena and Juan de Mena: The Emergence of the Vernacular Author in Fifteenth Century Castile», Allegorica. A Journal of Medieval and Renaissance Literature 17 (1996), 17–33.

Alfred Morel–Fatio, «Les deux Omero castillans», Romania 25 (1896), 111–129.

Miguel Ángel Pérez Priego, «La Ilíada en romance» en J. de Mena, Obras completas, Barcelona, Planeta, 1989, 332–378.

Chandler R. Post, «The Sources of Juan de Mena», Romanic Review 3 (1912), 223–279.

Martín de Riquer, «Estudio preliminar» en J. de Mena, La Ylíada en romance, Barcelona, Selecciones Bibliófilas, 1949.

Francisco Ruiz Noguera, «Juan de Mena traductor» en E. Morillas & J. P. Arias (eds.), El papel del traductor, Salamanca, Colegio de España, 1997, 159–172.

Guillermo Serés, «La Ilíada y Juan de Mena: de la “Breve suma” a la “Plenaria interpretación”», Nueva Revista de Filología Hispánica 37 (1989), 119–141.

Louise O Vasvari, «Las trescientas preñadas de Juan de Mena: la política de la traducción y pedantería latinizantes» en F. Maurizi (ed.), Lectures d’une œuvre. «Laberinto de Fortuna» de Juan de Mena, París, Éditions du Temps, 1998, 27–40.

 

Miguel Ángel Pérez Priego