Gallego Hernández, Juan Nicasio

Gallego Hernández, Juan Nicasio (Zamora, 1777–Madrid, 1853)

Escritor y traductor en lengua castellana. Presbítero, fue diputado liberal en las Cortes de Cádiz y uno de los redactores de la Constitución de 1812, numerario de las Reales Academias Española –de la que fue secretario perpetuo– y de Bellas Artes de San Fernando. De formación clasicista y buen conocedor del francés, durante su estancia en Cataluña y Valencia por razones políticas, entre mediados de los años 20 y mediados de los 30, cultivó la traducción como medio de vida, contribuyendo involuntariamente a introducir el gusto romántico que triunfaría en España a la muerte de Fernando VII.

Todas sus traducciones de esa época están firmadas con diversos anagramas de su nombre o con el seudónimo de Zelmiro. La única publicada con su propio nombre es anterior y la idea de hacerla surgió en la tertulia de Quintana: se trata de la tragedia en cinco actos de Antoine–Vincent Arnault Óscar, hijo de Osián, estrenada por Isidoro Máiquez en 1811 (M., García, 1818). Más que una mera traducción, es una recreación en verso que la crítica siempre ha considerado que supera al original en prosa. Menéndez Pelayo en su Biblioteca de traductores escribió que «los endecasílabos asonantados de esta pieza pasan por los mejores que se han oído en tragedia castellana». En esa misma época también tradujo dos poemas del supuesto poeta irlandés Ossian, titulados Minona y Temora. Canto I, que no llegó a publicar, pero cuyos manuscritos se conservan y hoy pueden leerse en el primer tomo de sus Obras completas de 1994, en edición de Ana M.ª Freire, donde también se incluyen las traducciones del apólogo de Florian El padre y sus dos hijos (1808), la adaptación libre de la fábula La feuille de Antoine–Vincent Arnault como La hoja de lentisco (1826), del soneto La discesa di Giuda all’Inferno de Francesco Gianni como A Judas (1831) y la traducción libre de Son nom de Victor Hugo como Su nombre. Jácara romántica (1838).

En Barcelona se involucró en el proyecto de Aribau y Sanponts para dar a conocer en España las novelas de Walter Scott. Con Ramón López Soler tradujo Ivanhoe, que no llegó a publicarse, y con Eugenio de Tapia, a través del francés, The Talisman como El talismán o Ricardo en Palestina (B., Piferrer, 1826). También, con el mismo Tapia, dio la versión del Tratado de la educación de las niñas, según sus diversas edades y condiciones de Madame Campan (B., Torner, 1826). Aunque publicada diez años después (B., Bergnes de las Casas, 1836–1837), comenzó por entonces la traducción, que todavía hoy se reedita, de la novela de Alessandro Manzoni I promessi sposi como Los novios, historia milanesa del siglo XVII. En 1827 las circunstancias políticas le obligaron a huir de España y a refugiarse en Montpellier.

A su regreso publicó en Barcelona las primeras traducciones firmadas con el anagrama José Ulanga y Algocín: el Manuel géographique, repetidamente editado en Francia desde su aparición en 1820, como Manual geográfico o compendio de geografía universal para uso de las escuelas y colegios y la colección Teatro de los niños o colección de composiciones dramáticas (Piferrer, 1828), que contiene ocho obras teatrales infantiles imitadas o traducidas libremente, siete de Arnaud Berquin: No hay peor mentira que la mitad de la verdad, La escuela de las madrastras, El retiro honroso, Las hermanas de leche, La doguita y el anillo, Los jugadores y La educación de moda; y una de Madame Campan: La sospecha injusta (Cécilia ou la pension de Londres). Otras piezas teatrales firmadas con el mismo anagrama no llegaron a publicarse. Sí que se editó y se representó con gran éxito Treinta años o La vida de un jugador (Torner, 1828), traducción del melodrama de Ducange y Dinaux, que reeditó un año después con el seudónimo de Zelmiro, ya usado en sus versiones de El agiotaje o El oficio de moda de Louis–Benoît Picard (estrenada en Barcelona el 15 de noviembre de 1827), y de El expósito o sea, L’enfant trouvé de Picard y Mazères (Piferrer, 1829). Como José Ulanga y Algocín tradujo además Las fechorías de Cartucho (1828), del drama en tres actos Cartouche de Théodore Nézel y Armand Overnay; El marido soltero (1829), de la comedia–vodevil en un acto Frontin, mari–garçon de Scribe y Mélesville; La aversión de las mujeres (1830), del vodevil en un acto de Scribe La haine d’une femme ou le jeune homme pour marier, y La sonámbula (1831), comedia–vodevil en dos actos de Scribe y Delavigne.

Aparte de las citadas, Gallego tradujo en aquellos años varias obras de educación: Astronomía para todos en doce lecciones, del inglés James Ferguson (Gerona, Oliva, 1829), firmada por un desconocido José Ciganal y Angulo, nuevo anagrama de Juan Nicasio Gallego, al igual que Gelasio Galán y Junco, presbítero, traductor de las Instituciones canónicas de Juan Devoti, obispo de Anagni (Valencia, Cabrerizo, 1830). Con este último seudónimo firmó también la traducción de la Respuesta de un cristiano a las Palabras de un creyente (M., Repullés, 1836), original del P. Bautain, con la que Gallego quiso rebatir la reciente versión de Larra de El dogma de los hombres libres. Palabras de un creyente de Felicité–Robert de Lammenais. Hay noticia, además, de algunas otras traducciones perdidas en la actualidad: Defensa del cristianismo, un Panegírico de San Vicente de Paúl y la Defensa del pontificado de Gregorio VII. También se le atribuyen cuatro traducciones más de obras dramáticas: Polder o El verdugo de Amsterdam de Ducange y Pixérécourt; Casada, viuda y soltera de Scribe; Cristina o La reina de quince años de Bayard; y La protectora oculta, probablemente a partir de la comedia–vodevil de Scribe y Varner La protectrice. A la calidad de las traducciones de obras dramáticas de Gallego hicieron justicia los críticos de su tiempo, que las distinguieron, como modélicas, de tantas malas traducciones que entonces inundaban los teatros.

 

Biliografía

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Ángel Raimundo Fernández, «Noticia de un manuscrito de Juan Nicasio Gallego» en M.ª C. Argente del Castillo (ed.), Homenaje al profesor Antonio Gallego Morell (1923-2009), Granada, Universidad de Granada, 1989, 543–550.

Ana M.ª Freire López, «Don Juan Nicasio Gallego y Larra: a propósito de El dogma de los hombres libres» en J. Romera, A. M.ª Freire & A. Lorente (eds.), Ex–libris. Homenaje a José Fradejas Lebrero, Madrid, UNED, 1993, II, 607–617.

Ana M.ª Freire López, «Juan Nicasio Gallego, traductor» en F. Lafarga (ed.), La traducción en España (1750–1830): lengua, literatura, cultura, Lleida, Universitat de Lleida, 1999, 521–528.

Ana M.ª Freire López, «El anti-romanticismo de Juan Nicasio Gallego» en VV. AA., La poesía romántica, Bolonia, Il Capitello del Sole, 2000, 81–88.

Ana M.ª Freire López, «Un zamorano en las Cortes de Cádiz», Anuario del Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo 20 (2003), 291–302.

Ana M.ª Freire López, «Un negocio editorial romántico (Aribau y Walter Scott)» en E. Rubio (ed.), Romanticismo español e hispanoamericano. Homenaje al profesor Ermanno Caldera, Alicante, Universidad de Alicante, 2005, 163–180 (Anales de Literatura Española 18).

Ana M.ª Freire López, «Los disfraces de un traductor: Juan Nicasio Gallego» en F. Lafarga & L. Pegenaute (eds.), Autores traductores en la España del siglo XIX, Kassel, Reichenberger, 2016, 120–128.

Marcelino Menéndez Pelayo, Biblioteca de traductores españoles, Madrid, CSIC, 1952, II, 99–119.

Isidoro Montiel, «Juan Nicasio Gallego, traductor de Ossián», Revista de Literatura 69–70 (1969), 57–78.

Isidoro Montiel, Ossián en España, Barcelona, Planeta, 1974, 85–97.

Elsa Ventosa, «La primera traducción española de I promessi sposi», Filología Moderna 59–60–61 (1976–1977), 33–68.

 

Ana M.ª Freire López