Féval, Paul (Rennes, 1816–París, 1887)
Novelista francés. Empezó a escribir para la prensa en 1837 y a gozar de alguna fama literaria con Les mystères de Londres, publicado en 1843 con el seudónimo Sir Francis Trolopp. Periodista, fundador de varios periódicos y presidente repetidas veces de la Société des Gens de Lettres, publicó con su propio nombre o seudónimos como El Grunidor (sic) más de cien novelas autobiográficas, fantásticas, históricas, sociales, policíacas o de capa y espada, además de novelas cortas y obras dramáticas, a menudo adaptadas de sus novelas. Convertido en 1876 a un catolicismo militante, decidió expurgarlas. Su hijo Paul (1860–1933) siguió los pasos de su padre y es autor de una continuación de Le bossu y de una serie de los d’Artagnan inspirada en A. Dumas.
La presencia de la obra de Féval en España fue inmediata: a pocos meses de su publicación en Francia aparecieron versiones en castellano de Les mystères de Londres en Cádiz, Málaga, Sevilla, Valencia, Barcelona y también en París. Después de las más de treinta ediciones «románticas» de una decena de títulos entre 1844 y 1849 –publicadas el mismo año que el original o, como tarde, al año siguiente–, y la doble adaptación escénica de El hijo del diablo en Madrid y Barcelona en 1848, el éxito de El jorobado convirtió a P. Féval en referente imprescindible de la novela popular francesa, junto a Dumas padre y Paul de Kock.
La fama de Féval se fue afianzando en España a través de folletines, primero, en las traducciones de Joaquina García Balmaseda para La Correspondencia de España a partir de 1861 (La guardia negra, El jorobado, El capitán Espartaco, Los vagabundos nocturnos, etc.) y luego en colecciones como «Horas de Recreo», «El Novelista Universal», la «Biblioteca Universal» o «El Eco de los Folletines», con la publicación en tomos de a peseta de títulos como Los compañeros del silencio o por entregas como Los tribunales secretos (1878). En vida del autor se publicaron casi cien ediciones en castellano de sus novelas, sin olvidar, después de 1876, Las etapas de una conversión y ¡Jesuitas! No se trataba sólo de las obras con trasfondo hispánico más o menos estereotipado –la más española de todas, Le capitaine Fantôme. Aventures espagnoles, no llegó a traducirse–, sino fundamentalmente de las de los años 1840–1860.
Aparte de El jorobado, de muchos avatares en España, de los setenta y un libros publicados por Féval únicamente llegaron a traducirse una docena, vertidos más o menos libremente al castellano por traductores o adaptadores mayoritariamente anónimos, escondidos detrás de sus iniciales o bastante desconocidos hoy. Son excepciones, además de García Balmaseda, Víctor Balaguer con El club de los anfibios (M., Ayguals de Izco, 1845) y El hijo del diablo (B., Vda. e Hijos de Mayol, 1846), en colaboración con Francisco Orellana, autor de un arreglo para la escena en 1848; M.ª del Pilar Sinués con La caballera, o Antonio de Valbuena con Las etapas de una conversión (M., Maroto, 1879). Las mayores libertades tomadas con los textos originales parecen ser más bien las de los editores que no publican íntegramente las obras o las fragmentan, y a las que dan a veces unos títulos nuevos.
A principios del siglo XX, las iniciativas de Saturnino Calleja y de Ramón Sopena permitieron que algunos títulos de P. Féval y de su hijo, en particular la serie del Jorobado, formaran parte de las «Obras literarias de autores célebres» y de la «Biblioteca de grandes novelas» de precio económico, aunque también de colecciones de novelas semanales y, tras sufrir la oportuna adaptación, de literatura infantil. Con todo, si puede extenderse al conjunto de las traducciones lo que se percibe en las de Le bossu, puede afirmarse que la mayoría se presentan con partes resumidas, supresiones y reescrituras, con añadidos y, por supuesto, equivocaciones en cuanto al sentido de determinadas palabras y frases. En la década de los 70, los clubes del libro siguieron proponiendo a sus lectores Los misterios de Londres, El lobo blanco, El hombre de hierro, etc., y continuó editándose, preferentemente para el público juvenil, El jorobado, con las andanzas de Aurora de Nevers y Enrique de Lagardere.
Con todo, algunas ediciones presentan introducciones y notas, como la de Los misterios de Londres preparada por Gregorio Cantera (M., Celeste, 2000) o la de El jorobado con traducción de Magalí Martínez Solimán y apéndice de Luis Alberto de Cuenca (M., Anaya, 1995). Por otra parte, se han recuperado algunos títulos ausentes o menos presentes en la bibliografía española, como La ciudad vampiro, de la que existen versiones por Marta Pérez (B., Fontamara, 1982) y por Jacobo Rodríguez (M., Valdemar, 1998), Los dramas de la muerte por Elena del Amo (B., Forum, 1984) o El capitán Fantasma en Talavera de la Reina vertido por Antonio Alía y publicado en la propia ciudad (Canseco, 2009).
Bibliografía
Jean–François Botrel, «L’œuvre espagnole de Paul Féval. Éditions de Paul Féval en espagnol. Douze images févaliennes de l’Espagne» en Paul Féval (1816–1887), Rennes, Bibliothèque Municipale, 1987, 89–101 y 127–131.
Jean–François Botrel, «Paul Féval, romancier espagnol» en J. Rohou & J. Dugast (eds.), Paul Féval romancier populaire, Rennes, Presses Universitaires de Rennes–Interférences, 1992, 31–57.
Àngels Santa, «De la novela popular al melodrama: el ejemplo del Bossu de Paul Féval», Scriptura 15 (1999), 177–189.
Àngels Santa, «Paul Féval: de la novela histórica a la novela popular», L’Ull Crític 4–5 (1999), 125–136 (Roman populaire et/ou roman historique).
Àngels Santa, «La traducción de Le bossu de Paul Féval por Juan Belza» en F. Lafarga, C. Palacios & A. Saura (eds.), Neoclásicos y románticos ante la traducción, Murcia, Universidad de Murcia, 2002, 345–356.
Àngels Santa, «Paul Féval y el relato corto» en C. Palacios (ed.), El relato corto francés del siglo XIX y su recepción en España, Murcia, Universidad de Murcia, 2003, 329–342.
Àngels Santa, «Les avatars du Bossu de Paul Féval en Espagne», Œuvres & Critiques 31:2 (2006), 75–89 (La réception de la littérature populaire française en Espagne).
Jean–François Botrel
[Actualización por Francisco Lafarga]