Francisco de la Torre: «Al Letor»
Agudezas de Ivan Oven, tradvcidas en metro castellano. Ilustradas con adiciones y notas, Madrid, Francisco Sanz en la Imprenta del Reino, 1674, [20–24].
Fuente: Julio–César Santoyo, Teoría y crítica de la traducción: antología, Bellaterra, Universitat Autònoma de Barcelona, 1987, 89–90.
[89] El dificil empleo de traducir, fue en mi ingenio, primero inclinacion; passòse a deleite; luego a exercicio; y despues a estudio. Halléme de este modo con muchos Epigramas traducidos de diferentes Poetas Latinos […]; casi pisauan ya la orilla de la prensa, para nauegar el golfo de la comun expectacion, en las inconstantes olas de los varios pareceres: guando suspendí el intento: pareciendome sacava a plaça la esterilidad de mi ingenio, con la precisitud de auer de producir de nueuo, lo que en mas culto idioma otro cōcibió: infeliz, y precisa fortuna de los traductores; pues si aciertan, ván los aplausos al primer Autor; y si yerran, se queda para ellos la culpa, y la quexa de auerle delucido. […]
Despues de este prevenido cuidado, y prudente respeto a ti q has de juzgarlo, capte tu benevolencia azia lo piadoso, la dificultad del traduzir biē; pues no es menos, que el conseguir casi vn impossible, que es copiar el ayre: pues la frasse, aunque esté explicada, nūca es entendida, sy no cae ayrosa; y el q no atiēde a esta gala, construye gramatico, no traduce eloquente: y en particular lo que se ciñe a metro, vn atomo de disonancia lo haze duro; lo destemplado de vna voz lo hiela. No fuera expectaculo plausible de la admiracion el que và por vna maroma, si corriera, tropeçando, y cayendo. El ir por la estrechez de aquella linea, tan libre, y veloz, como por la anchura de vn campo, es la habilidad. Yo entiendo, que las traducciones, para comprobarse, han de leerse dos vezes; vna, ajustandolas al texto, y otra, como independentes dèl. Bien pudiera agora detenerme en varia erudicion de lugares; y particularmente de San Geronimo, que explican las estrechas leyes del traducir: pero escusolo, porque serà generosa ley del erudito el no ignorarlas. […]
[90] Vso de tres generos de traducçion, executado cada vno donde puedo, y es conueniente: ya palabra por palabra […]. Atiendo en otros a la sentencia, y no a las vozes: ò para hazer mas inteligible el concepto, ò para honestarle […]. En algunos q importa, mudo el sentido a la voz […] por mejorar la frase.