Balzac, Honoré de (Tours, 1799–París, 1850)
Novelista francés, autor de una magna obra narrativa que se ha convertido en referente en la literatura universal. Cuando, en 1840, Balzac dio un título definitivo, La comédie humaine, hacía mucho tiempo que andaba estructurando el vasto edificio que debía componerla, y muchas de las novelas que la integran –La peau de chagrin, Louis Lambert, Eugénie Grandet, Le père Goriot, Le lys dans la vallée– habían sido ya publicadas y lo habían convertido en uno de los autores más admirados.
Admiración, o justa evaluación de la obra, que se refleja en el considerable número de traducciones –más de un millar de entradas si se desglosaran los títulos contenidos en ediciones de conjunto– que se han llevado a cabo durante esos ciento ochenta años que median desde la primera traducción repertoriada, El padre Goriot (M., Ignacio Boix, 1838, trad. de D. R. S. de G.) hasta nuestros días. De aquella época datan también algunas traducciones, parciales, en su mayoría en la prensa periódica. Así, la revista No me olvides publicó entre 1837 y 1838 «Yadeste», post scriptum de Physiologie du mariage, y algunos fragmentos de Ferragus: «El cuarto de dormir de una joven y bella casada» y «Apariencias». El Panorama anunciaba, en 1841, la traducción de Miserias de la vida conyugal, pero daba, en realidad, el «Conclusum», pequeño relato que se encuentra en aquella novela. La Revista de los Teatros publicó Piel de zapa entre febrero y junio de 1844.
La importancia de La comedia humana no ha relegado al olvido el resto de la obra de Balzac. En este sentido es notorio observar que no se han desestimado obras de juventud como La última hechicera (M., Impr. Calle del Amor de Dios, 1835; trad. de Gaspar Fernando Coll), traducida también como La última hada (M., Ricardo Fé, 1907); o El excomulgado (Málaga, El Comercio, 1841), El excomulgado o la víctima de unos frailes (M., Manini Hermanos, 1856); Argow el pirata (B., Vda. de Luis Tasso, 1924); así como las obras de teatro, algunas de las cuales gozaron de adaptaciones para la escena española y catalana: Vautrin (B., M. Saurí, 1840; trad. de D. F. Carbó), Mercadet (M., C. González, 1851; trad. de Francisco del Villar), Paméla Giraud, adaptada para la escena bajo el título La Quimeta maca por Salvador Vilaregut en 1929 (B., La Escena Catalana, s. a.) y Cloti la corredora por Jacinto Capella y José de Lucio en 1934 (M., Rivadeneyra, 1935). También los estudios: Tratado de la vida elegante (M., América, 1919; trad. de A. González Blanco); De la vida elegante (M., Afrodisio Aguado, 1949); El dandismo (B., Anagrama, 1974; trad. de Joan Giner) o Tratado de los excitantes modernos (B., Zeus, 1970; versión de Jesús Manuel Marijuan).
Los que mayor éxito han tenido, sin embargo, son los Contes drolatiques, que han gozado de numerosas traducciones bajo títulos muy diversos: Cuentos droláticos en traducción de Miguel F. Porto y Zarazate (Querubín de la Ronda) y prólogo de Clarín (M., Ulpiano Gómez, 1883), y con el mismo título por Eusebio Heras (B., Castellá, 1905; con dibujos de G. Doré); Cuentos picarescos, sin nombre de traductor (B., Vda. de Luis Tasso, 1922); Cuentos donosos (1972, en Obras completas, editadas por Aguilar y traducidas por Rafael Cansinos Assens) y Cuentos libertinos por Noëlle Boer y M.ª Teresa Cirlot (B., Bruguera, 1981; reed. en 1999 por Edicomunicación).
Por lo que a La comédie humaine se refiere, y ante la imposibilidad de detallar el amplio número de traducciones, pueden citarse en primer lugar algunas ediciones globales que pretendieron ofrecer al público español toda la obra. Sería el caso del editor Luis Tasso, que llevó a cabo esta empresa entre 1901 y 1903 (El diputado de Arcís, sin embargo, es de 1899) contando con la valiosa intervención de Joaquín García Bravo, quien tradujo la mayor parte de las novelas, y la colaboración de Torcuato Tasso, Manuel Aranda y Sanjuán, Enrique Leopoldo de Verneuil y G. Delvillar. Las ediciones de Calpe tuvieron también un papel muy importante al publicar en la colección «Universal», surgida después de unos años de cierta crisis, ediciones conjuntas que dieron a conocer títulos que por su extensión no se editarían individualmente.
Pasada la Guerra Civil y los años de penuria económica y cultural que siguieron, Aguilar emprendió la edición de las Obras completas (Madrid, 1967–1972), con la traducción y prólogo de R. Cansinos Assens; la editorial Lorenzana, la de La comedia humana (Barcelona, 1964–1966), en traducción de José M.ª Aymamí, Álvaro Escarpizo, Jaime Escarpizo, Juan Godó y Antonio Ribera. Plaza & Janés también editó La comedia humana (Barcelona, 1967–1971), en traducción de Pedro Pellicena; por los mismos años Carlos Pujol la tradujo para Vergara (Barcelona, 1969–1971) y Mauro F. de Dios, Alberto Barasoain, Francisco Álvarez y José Planas para Edaf (Madrid, 1970).
En el conjunto de las traducciones se observan ciertos títulos que perduran a lo largo de los años: Eugénie Grandet, Le père Goriot, La peau de chagrin, Le lys dans la vallée, mientras que otros están relegados a un olvido casi total después de que se hiciera la primera traducción en edición conjunta. El número de ediciones, sin embargo, no es garantía de nuevas traducciones. En el caso de Eugénie Grandet, por ejemplo, el balance demuestra que, en su mayoría, se trata de reediciones: los nombres de traductores como Luis Romero, M. Laín Martínez e incluso J. Navarro Costabella reaparecen una y otra vez, en ediciones y colecciones distintas. Incluso los nombres recientes, Ana M.ª Platas Tasende entre ellos, se encuentran repetidos en distintas editoriales: Espasa–Calpe de Madrid (2001), Planeta DeAgostini de Barcelona (2002). Le père Goriot, en el mismo período ha gozado de menos ediciones, pero con todo, los nombres de traductores como Joaquín Zuazagoitia y R. Cansinos Assens remiten a traducciones de los años 70. En este caso la importancia recae en la variedad de lenguas a las que ha sido traducido. Por lo que a La peau de chagrin se refiere ha sufrido cierto retroceso en los últimos tiempos; los traductores de los años 70 figuran de nuevo en el repertorio, sobresaliendo Cansinos Assens o Ramon Vinyes. Se constata, sin embargo, el incremento de aparición de algunos nombres: Laura Melera Moyá (Altera), Violeta Pérez Gil (Siruela). Puede citarse, asimismo, el caso de Le lys dans la vallée, cuyas últimas traducciones, todas de finales del siglo XX, no son más que reediciones de las que hicieran traductores como M. Fernández de Dios (Edaf, 1966, 1975; Orbis, 1977), Manuel Araquistain (Rodegar, 1970, 1972) o Felipe Cabañas Ventura (Sopena, 1965, 1974).
Objeto de algunas traducciones en lengua catalana ya en los primeros decenios del siglo XX, Balzac parece haberse convertido en un autor de obligada presencia en los catálogos de editoriales. La historia se inicia con La pau de casa (B., E. Castells, 1924) en versión de Agustí Esclasans, seguida de El lliri de la vall (1929) en traducción de Alfons Maseras para Proa (reed. en 1992 por Enciclopèdia Catalana), que publicó también Eugènia Grandet (1931), traducida por J. Navarro Costabella y La pell de xagrí (1933), en traducción de Ramon Vinyes. En 1934, Llibreria Catalònia dio El coronel Chabert en traducción de Domènech Guansé. Los «Quaderns literaris» editaron, en sendos números de 1934, la de La missa de l’incrèdul, en edición conjunta con Emelina, de A. de Musset, por Josep Janés i Olivé, y El rector de Tours. Como en el caso de las traducciones en lengua castellana, se acusan los años de regresión causados por la Guerra Civil. Las ediciones resurgen a partir de la década de los 70 con L’última encarnació de Vautrin en traducción de Maria Aurèlia Capmany (B., Nova Terra, 1972); Les il·lusions perdudes por Jaume Fuster (B., Edicions 62, 1982); L’obra mestra inconeguda por Josep Palau i Fabre (B., Edicions del Mall, con ilustraciones de Picasso), que Proa recuperaría el 1998 en la colección «A tot vent»; Melmoth reconciliat por Xavier Pericay y Manel Pla (B., Técnicos Editoriales, 1990); La casa del gat que piloteja por Jaume Costa y Gabrielle Woith (B., Edicions de 1984, 2001), y las traducciones del Père Goriot (que, sorprendentemente, no fue traducido en la primera mitad de siglo), El pare Goriot de M. Rosa Vallribera (Edicions de 1984, 1992) y El vell Goriot, traducido y anotado por Maria Bohigas (B., Proa, 2001). Es interesante constatar el número de publicaciones en lengua catalana que se suceden a lo largo de estas dos décadas del siglo XXI que dan lugar, salvo raras excepciones (L’obra mestra inconeguda, sin traductor, B., Círculo de Lectores, 2000), a nuevas traducciones: El cosí Pons por Anna Casassas (Edicions de 1984, 2003); Ferragus por Ferrán Esteve Gutiérrez (Edicions de 1984, 2013); Sarrasine i altres narracions por Melcior Comes (B., Ensiola, 2007); Sarrasine por J. Costa y G. Woith (Edicions de 1984, 2007); La noia dels ulls d’or por Jordi Raventós Balarm (Edicions de 1984, 2009); Esplendors i misèries de les cortesanes por Núria Petit (B., Destino, 2010); Un assumpte tenebrós por Melcior Comes (Ensiola, 2010); Contes drolàtics por Jaume Ortolà i Font (B., Riurau, 2010); El coronel Chabert por Josep M. Muñoz Lloret (B., L’Avenç, 2011); La recerca de l’absolut también por M. Comes (Ensiola, 2012) y, del mismo año, La incapacitació por Anna Casassas (B., Alpha); El gabinet dels antics (2013) y La dona abandonada/La falsa amant (2015), también por A. Cassassas (Edicions de 1984).
Durante el mismo período se contabilizan en castellano unos cuarenta títulos de La comédie humaine y alguna que otra edición que pretende editar el conjunto de obras que la integran (Comedia Humana, Obras completas), pero que recuperan, en gran parte, antiguas traducciones. Incluso las hay sin nombre de traductor, algo inaceptable en nuestros días. Por el número de ediciones, continúa figurando en un lugar de excepción Eugénie Grandet seguida, aunque de lejos, por Le chef d’œuvre inconnu y Le père Goriot. A modo de ejemplo y siempre privilegiando las nuevas traducciones citaremos: Ferragus por Marta Hernández (B., Minúscula, 2002, 2016); El coronel Chabert en edición conjunta con El verdugo, Elixir de larga vida y La obra maestra desconocida en traducción de Mercedes López Ballesteros (M., Reino de Redonda, 2011) y de Soledad Martínez de Pinillos (B., Debolsillo, 2013); Estampas de mujer por Marta Cerezales (Santander, El Desvelo, 2016); Los pretendientes de Modeste Mignon por Carlos Ezquerra (B., Erasmus, 2011, 2012); La paz del hogar por Júlia Alquézar (B. Sd, 2012); La misa del ateo en traducción de María Luisa Elorriaga (M., Eneida, 2012) y de Esteve Serra y Arús (Palma, J. J. de Olañeta, 2015), etc.
Significativo, sin embargo, es que en lo que va de siglo proliferan los títulos no pertenecientes a La comédie humaine. Véase al respecto: Código de ladrones: para uso de personas honradas (Code des gens honnêtes) traducción de Romain Ville (M., Sequitur, 2018); tres traducciones distintas del Art de payer ses dettes et de satisfaire ses créanciers sans débourser un sou, debidas a Christine Monot y M. J. R. Colado (Valladolid, Trasantier, 2014), a Fernando Ortega López (J. J. de Olañeta, 2018) y a Jürgen Jenquel con Vicente Corbí (Valencina de la Concepción, Espuela de Plata, 2010; reed. 2011, 2013 y 2014); Cuentos droláticos en traducción de Lydia Vázquez y Juan Manuel Ibeas (B., Cabaret Voltaire, 2001); dos ediciones de Cuentos libertinos que responden a antiguas traducciones; Monografía de la prensa parisina: los periodistas por Pedro José Crespo y Teresa Muñoz (Salamanca, Comunicación Social, 2009; Tratado de los excitantes modernos por Julio Baquero (Palencia, Menoscuarto, 2009) y dos traducciones del Tratado de la vida elegante, una por Mireia Porta i Arnau (B., Casiopea, 2001) y otra por Enrique Redel y Lluís Maria Todó (M., Impedimenta, 2011).
Mientras se afianzaba la publicación de traducciones en lengua catalana, se iniciaba la publicación, algo tímida, de títulos en otras lenguas de España. Le père Goriot ha sido objeto de una traducción en euskera, Goriot zaharra, por Pedro Díez de Ulzurrun (Amorebieta, Ibaizabal, 1996), así como Le chef d’œuvre inconnu que salió en traducción bilingüe castellana y euskera, La obra maestra desconocida. Maisulan ezezaguna, de Cipriano Vidal Goicoechea y Josu Zabaleta (Vitoria–Gasteiz, Artium, 2006). Le père Goriot fue vertida al gallego, O tio Goriot, por Antonio Pichel, para Galaxia (Vigo) en 1994. En la misma lengua pueden leerse, digitalizadas en la Biblioteca virtual Bivir las traducciones de O coronel Chabert, Eugénie Grandet, O cura de Tours y A vendeta por Emma Lázare; de A obra mestra descoñecida por Teresa Grande, y de Pel de lixa por M.ª Dolores Ramos. La peau de chagrin fue objeto de una traducción en asturiano, Pelleyu de badana (Oviedo, Trabe, 2000), que se debe a Xosé María Fernández.
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Lídia Anoll