Riba Bracons, Carles

Riba Bracons, Carles (Barcelona, 1893–Barcelona, 1959)

Escritor y traductor en lengua catalana. Estudió derecho y letras en la Universidad de Barcelona y se formó en el espíritu cultural y literario del Noucentisme. Como poeta, destacó inicialmente por su carácter introspectivo y culturalista, que se apartaba del realismo predominante en la poesía catalana de la época, y después por su tendencia postsimbolista, con influencias de Paul Valéry y Rainer M. Rilke, y también de Hölderlin. Su compromiso con la República le condujo, acabada la Guerra Civil, al exilio en Francia, donde compuso su obra poética más reconocida: Elegies de Bierville (1943 y 1949), que introdujo una dimensión religiosa en su poesía, presente en toda la producción posterior. Como crítico, sus artículos fueron una muestra de solidez teórica y de profundidad analítica. Y como narrador, escribió relatos para niños y también otros en que expresó su concepción del amor.

Se dio a conocer literariamente mediante una precoz traducción del latín, Les Bucòliques de Virgilio (B., D. F. Altés Alabart, 1911), realizada en el ambiente de interés por lo clásico promovido por el Noucentisme. Su temprano acercamiento a las lenguas antiguas lo llevó a estudiar, además del latín, el griego y el hebreo, lenguas de las que también realizó traducciones en su juventud: de Safo y Píndaro y las Anacreòntiques, y del Càntic dels Càntics bíblico (publicada en volumen, con el Llibre de Rut, en 1918; B., Publicacions de «La Revista»). También se dedicó de joven a las lenguas modernas y, después de una versión indirecta de El revisor de N. Gógol (B., Biblioteca Catalunya, ¿1914?; revisada, con el título L’inspector, en sucesivas ediciones), en 1914 empezó a publicar traducciones de relatos de Edgar A. Poe (que igualmente fue revisando a lo largo de su vida). También tradujo del italiano fragmentos de la Vita de Benvenuto Cellini (1920), publicados por Ricard Duran i Alsina en la colección «Minerva» (Barcelona), del francés El romanç de Tristany i Isolda de Joseph Bédier y Pau i Virgínia de Bernardin de Saint–Pierre (las dos en B., Editorial Catalana, 1921, aunque la última es de dudosa atribución), y del alemán los Contes d’infants i de la llar de los hermanos Grimm (B., Editorial Catalana, 1919 y 1921).

Buena parte de estas primeras traducciones (a las que habría que agregar obras de H. Sienkiewicz, E. T. A. Hoffmann, Alfred de Vigny, Rider Haggard, J. Cocteau, etc.) fueron encargos editoriales; como lo fueron otras de textos no literarios, principalmente manuales (para la colección «Enciclopèdia Catalana» y algunos traducidos al castellano para la editorial Labor), que le proporcionaban sustento económico. Un viaje por Alemania en 1922–1923 para estudiar con el filólogo Karl Vossler le permitió conocer diversos autores que tradujo inmediatamente, como G. Keller (La gent de Seldwyla; B., Catalònia, 1925), F. Kafka («Un fratricidi», en la revista La Mà Trencada de 24.12.1924) y F. Hölderlin (auque no recogió en volumen sus traducciones hasta 1944: Versions de Hölderlin). Entre 1923 y 1924 dio en el diario barcelonés La Publicitat la traducción de diversos relatos breves de algunos autores que ya había versionado y de otros como C. Dickens, G. de Maupassant, A. Strindberg, Tristan Bernard, Robert Browning, Leonid Andréiev, Georges Courteline, O. Henry, Lafcadio Hearn, H. Otswald, I. L. Peretz, Ottokar Tann–Bergler y F. Mistral. En 1929 descubrió a R. M. Rilke; las versiones poéticas que de él hizo se publicaron póstumamente: La cançó d’amor y de mort del corneta Christoph Rilke (1981) y Esbossos de versions de Rilke (1984).

La principal dedicación de Riba como traductor fue, con todo, la literatura clásica griega. Con veinticuatro años emprendió una traducción en verso de la Odissea de Homero, la primera en catalán, publicada en 1919 (B., Editorial Catalana). Inmediatamente pasó a traducir en verso algunas obras de los trágicos Sófocles y Eurípides, y también de los prosistas Plutarco y Jenofonte. La creación de la Fundació Bernat Metge en 1922, gracias a Francesc Cambó, dio un decisivo impulso a su carrera como humanista. Desde 1925 se ocupó de la formación de traductores para la colección de clásicos griegos publicada con rigor filológico por la Fundació (que tenía otra de autores latinos, en la que Riba colaboró con Ausonio, y una de libros bíblicos); también dio clases de griego en la Universidad de Barcelona desde 1927. Para la Bernat Metge comenzó publicando prosistas griegos que ya había traducido, como Jenofonte (Records de Sòcrates, 1923, y Obres socràtiques menors, 1924; anteriormente, Els deu mil, 1922) y Plutarco (de quien en 1926 inició la publicación de los quince volúmenes de sus Vides paral·leles, terminada en 1946). Y entre 1932 y 1934 dio a luz la versión en prosa de las Tragèdies de Esquilo.

Acabada la Guerra Civil, durante el exilio realizó algunas traducciones al castellano para el editor Josep Janés: solo se publicaron la de la novela Claudia de Geneviève Fauconnier (1942) y la de la biografía de Dante de Louis Gillet (1947), y quedó inédita la de Enrique de Ofterdingen de Novalis. En 1943 volvió a Cataluña; desposeído de su plaza en la universidad, gracias al mecenas Fèlix Millet rehizo su traducción de la Odissea, publicada de nuevo en 1948. El mismo Millet le propuso revisar y completar su traducción en verso de todas las Tragèdies de Sófocles (sólo llegó a publicar un volumen; la edición completa fue póstuma) y de Eurípides (publicadas póstumamente). Reincorporado a la Fundació Bernat Metge, publicó la traducción en prosa de las obras de Sófocles. El último autor que tradujo fue el poeta neogriego C. Cavafis, de publicación póstuma (Poemes; B., Teide, 1962).

Nunca consideró la traducción como una actividad secundaria: la misma implicación y compromiso con que escribía su obra poética la aplicaba a la traducción de autores como Homero, Hölderlin, Sófocles o Poe. Por esta razón, en lugar del verbo «traducir» prefería el de «recrear», aludiendo a la aportación que como creador realizaba al trasladar una obra de una lengua a la suya propia. La traducción de grandes autores, además, contribuyó decisivamente a su formación literaria y personal. Y en su pensamiento y en su producción, especialmente en la poesía, se encuentran múltiples ecos de las obras que trasladaba. Su dedicación principal a los clásicos se explica por su concepción del humanismo, que para Riba tenía una dimensión ética y una función social: las obras de la cultura clásica habían de formar y educar a la sociedad. De aquí su absoluto respeto hacia los textos antiguos, incrementado por su actividad como profesor de griego, y su aspiración a acercarse lo más posible a la lengua original para intentar reproducirla, en forma y contenido, tan fielmente como fuera posible en la traducción: un planteamiento que relativizó con los años, concediendo preeminencia, a la hora de traducir, por delante del profesor al poeta que también era.

 

Bibliografía

Eusebi Ayensa, D’una nova llum. Carles Riba i la literatura grega moderna, Lleida, Pagès, 2012.

Eustaqui Barjau, «Carles Riba, traductor de Rilke» en J. Medina & E. Sullà (eds.), Actes del Simposi Carles Riba, Barcelona, Institut d’Estudis Catalans–Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 1986, 73–83.

Míriam Cabré, «Poe, Baudelaire, Riba», Quaderns. Revista de Traducció 6 (2001), 119–131.

Rosa Maria Calonge,  «El concepte de la traducció en Carles Riba», Revista de Catalunya 102 (diciembre 1995), 131–143.

Vittorio Citti & Carles Garriga, «Carles Riba traductor d’Èsquil» en C. Miralles, J. Malé  & J. Pujol Pardell (eds.), Actes del III Simposi Carles Riba, Barcelona, Institut d’Estudis Catalans, 2012, 207–223.

Joan Ferraté, «El risc que salva» en J. Ferraté, Carles Riba, avui, Barcelona, Alpha, 1955, 87–128; reprod. en Papers sobre Carles Riba, Barcelona, Quaderns Crema, 1993, 117–172.

Joan Ferrer & Francesc Feliu, «La traducció del Càntic dels Càntics de Carles Riba», Tamid 8 (2012), 43–75.

Birgit Friese, Carles Riba als Übersetzer aus dem Deutschen, Fráncfort, P. Lang, 1985.

Jordi Malé, Carles Riba i la traducció, Lleida, Punctum & Trilcat, 2006.

Jordi Malé, «Fonaments de la teoria de la traducció de Carles Riba» en A.  Camps & L. Zybatow (eds.), La traducción literaria en la época contemporánea, Fráncfort, P. Lang, 2008, 253–270.

Jaume Medina, Carles Riba i Friedrich Hölderlin, Barcelona, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 1987.

Jaume Medina, «Traducció» en L’obra de Carles Riba, Barcelona, Teide, 1990, 109–135.

Jaume Medina, «Carles Riba y Bracons» en M. Bacardí & P. Godayol (eds.), Diccionari de la traducció catalana, Vic, Eumo, 2011, 449–456.

Carles Miralles, «Pròleg» en Eurípides, Tragèdies. Trad. de C. Riba; ed. de C. Miralles, Barcelona, Curial, 1977, I, 5–33.

Joaquim Molas & Jaume Medina, «Carles Riba i els clàssics: les primeres traduccions (1911–1917)» en J. Medina & E. Sullà (eds.), Actes del Simposi Carles Riba, Barcelona, Institut d’Estudis Catalans–Abadia de Montserrat, 1986, 139–148.

Jaume Pòrtulas, «A propòsit de les versions dels tràgics grecs de Carles Riba» en VV. AA., Miscel·lània Aramon i Serra I, Barcelona, Curial, 1979, 445–464.

Alexis E. Solà, «Pròleg» en K. P. Kavafis, Poemes. Trad. de Carles Riba, Barcelona, Curial, 1977, II, 5–46.

Ramon Torné i Teixidó, «Carles Riba, sobre la didàctica del grec. (Dues cartes a Francesc Cambó sobre les activitats docents a la Fundació Bernat Metge)», Els Marges 57 (1996), 53–69.

Eduard Valentí, «Carles Riba i la seva traducció de l’Odissea» en E. Valentí, Els clàssics i la literatura catalana moderna, Barcelona, Curial, 1973, 83–99.

 

Jordi Malé