Talavera, Hernando de (Talavera de la Reina, 1428–Granada, 1507)
Prelado y traductor en lengua castellana. De muy probable origen judío por línea materna, era pariente de Hernando Álvarez de Toledo, señor de Oropesa, quien sufragó los gastos de sus estudios en Salamanca, y de fray Alonso de Oropesa, general de los jerónimos. Cursó Artes y Teología, y en 1463 figura como profesor de filosofía moral en Salamanca, cátedra que ocupó hasta 1466, en que renunció a ella para entrar en la Orden de San Jerónimo, en el monasterio de San Leonardo de Alba de Tormes. Nombrado prior de Nuestra Señora de Prado (1470), diez años más tarde estableció la primera imprenta vallisoletana antes de abandonar el convento para hacer de confesor de Isabel la Católica y formar parte del Consejo Real. Por su cargo, y por la confianza que en él tenían los reyes, desempeñó importantes actividades diplomáticas y políticas. Fue administrador de la diócesis de Salamanca (1483), obispo de Ávila (1485) y primer arzobispo de Granada (1492), donde tuvo algunas diferencias con el nuevo confesor de los reyes, Cisneros, por el método utilizado para la conversión de los vencidos. Acusado por la Inquisición por herejía como judaizante, fue encarcelado en Córdoba con varios familiares suyos. Logró la absolución gracias a la intervención del papa Julio II, aunque es posible que el arzobispo muriera sin llegar a conocer la sentencia absolutoria.
Tradujo las Invectivas o reprehensiones que el laureado Francisco Petrarca fizo contra el médico rudo y parlero, que marcan el inicio de la presencia de Petrarca en Castilla, por encargo de su tío el señor de Oropesa (a partir de 1444), como se indica en el prólogo, de mano posterior a la copia conservada. La versión es bastante fiel, y se acerca más al original a medida que avanza el texto, lo que hace pensar que el traductor se fue familiarizando con la lengua del poeta florentino. Por otra parte, las glosas marginales que aparecen al comienzo se van reduciendo poco a poco: en total suman medio centenar, siempre con la intención de aclarar el texto. A la vez ha añadido las divisiones de cada uno de los cuatro libros del original en varios capítulos, con sus correspondientes títulos, de los que se siente especialmente orgulloso. Por otra parte, Hernando de Talavera mandó traducir del latín al castellano las lecciones de la misa para que el pueblo comprendiera los textos, e intervino, con correcciones y añadidos, en la traducción de la Vita Christi de Francesc Eiximenis realizada por fray Francisco Ximénez (Granada, 1496).
Bibliografía
Quintín Aldea, «Hernando de Talavera, primer arzobispo de Granada» en VV. AA., Homenaje a Fray Justo Pérez de Urbel, Abadía de Santo Domingo de Silos, I, 1976, 513–547.
Andrea Baldissera, «Petrarca ispanizzato. Le Invectivas o Reprehensiones contra el médico di Hernando de Talavera», Revista de Poética Medieval 18 (2007), 53–74.
Isabella Scoma, «Introducción» en F. de Talavera, Invectivas o reprehensiones contra el médico rudo y parlero, Messina, Di Nicolò, 2000.
Sin autor, «Vita Christi» en Diccionario de historia eclesiástica de España, Madrid, CSIC, 1975, IV, 2517–2521.
Carlos Alvar & José Manuel Lucía Megías