Bacarisse, Mauricio (Madrid, 1895–Madrid, 1931)
Poeta, novelista y traductor en lengua castellana. Tanto su formación escolar en el Liceo Francés de Madrid como su propia vocación temprana de poeta pueden explicar la intensa dedicación a la traducción, en los primeros años 20. Estuvo junto a Jorge Guillén o Dámaso Alonso entre los participantes del homenaje a Góngora en 1927 en el Ateneo de Sevilla, y está también en el famoso cuadro de Solana de la cripta de Pombo, al lado de Ramón Gómez de la Serna y otros de sus contertulios, terminado en 1920. Murió unas horas antes de que los periódicos contaran, en enero de 1931, que el nuevo premio Nacional de Literatura llevaría su nombre por una novela que fue póstuma y es su mejor resultado literario, Los terribles amores de Agliberto y Celedonia (1931). Está toda ella centralmente conectada con la vanguardia de la novela en España, pese a desestimarla Fernando Vela para las ediciones de Revista de Occidente, o quizá también por eso mismo. Sin embargo, su mundo lírico está más cerca de un modernismo decantado hacia el expresionismo, en un libro casi juvenil, como El esfuerzo, de 1917, y se involucra activamente en las fiestas del ultraísmo, cerca de sus buenos amigos ramón Gómez de la Serna, Guillermo de Torre, Vicente Huidobro, sin llegar a sentirse nunca ni plenamente vanguardista ni ultraísta ni, desde luego, creacionista. Pese a ello, fue colaborador regular de casi todas las revistas de nueva literatura, sea Mediodía, Ultra, Cervantes o Verso y prosa, y en particular pueden leerse sus prosas, a veces críticas de libros, a veces textos más libres, en la revista España. Todo ello son formas de huir del hastío de su trabajo en una compañía de seguros. Su obra lírica posterior no alcanzó la originalidad de aquel poemario primero, con títulos como El paraíso desdeñado (1928) y el más estimable Mitos (1930), ninguno fácil de encajar sin más en las corrientes poéticas de la vanguardia, y pese a ello fue uno de los poetas seleccionados por Enrique Díez–Canedo en una Antología de Revista de Occidente que no llegaría a aparecer entonces. Gerardo Diego sí incluyó al autor en la segunda edición sustancialmente ampliada de Poesía española, en 1934.
Quien advirtió más tempranamente su aptitud para la traducción, y lo dijo en más de una ocasión, fue Ramón Gómez de la Serna, que le encargó en 1919 para Biblioteca Nueva la versión de La Eva futura de Villiers de l’Isle–Adam, porque nadie más podría tolerar mejor las continuas digresiones y excursos del texto. En gran medida, esa traducción, reimpresa en 1989 por Valdemar, iba a pesar en su biografía literaria posterior porque su huella es honda en la concepción misma de Los terribles amores de Agliberto y Celedonia. No obstante, las letras de su tiempo lo apreciaron más y mejor como traductor de poesía francesa actual, a la que no era ajena su rendida admiración por Rubén Darío y Valle–Inclán. Cuando la editorial Mundo Latino emprendió la publicación de la obra completa de Verlaine, encargó dos de los volúmenes a Bacarisse. Según Díez–Canedo, era imposible dar con un intérprete mejor preparado. Uno de los volúmenes incluye obra propia, y Bacarisse lo tituló Antaño y Ayer, publicado en 1924, mientras que el otro, más importante, fue la antología del propio Verlaine titulada Los poetas malditos, traducida y también brevemente prologada, en 1921. Algunas de sus versiones de Rimbaud, Mallarmé (algunas reimpresas en el volumen Cien años de Mallarmé, editado por Ricardo Cano Gaviria en 1998) o el propio Villiers habían ido apareciendo en revistas de la vanguardia como Cosmópolis o Ultra, y Bacarisse fue uno de los participantes en la convocatoria de los cinco minutos de silencio en homenaje a Mallarmé de 1923. No suele recordarse que una de las traducciones más divulgadas del Edipo rey de Sófocles, editado por Espasa–Calpe (Madrid) en 1925, fue obra conjunta de Bacarisse y su buen amigo Luis Fernández Ardavín. Su muerte temprana dejó el rastro de afecto de unos cuantos amigos como Gerardo Diego, Eugenio Montes o Huidobro.
Bibliografía
Pedro Carrero, «Mauricio Bacarisse: el lugar de un escritor», Ínsula 529 (enero 1991), 16–17.
Melchor Fernández Almagro, «Mauricio Bacarisse», Revista de Occidente 31 (1931), 209–212.
Jordi Gracia, «Mauricio Bacarisse o el arte de la reticencia» en M. Bacarisse, Obras, Madrid, FSCH, 2004, XI–LIX.
Roberto Pérez, «Introducción» en M. Bacarisse, Poesía completa, Barcelona, Anthropos, 1988, 9–51.
Jordi Gracia