Vela, Fernando

Vela, Fernando (Oviedo, 1888–Llanes, 1966)

Ensayista y traductor en lengua castellana, apellidado en realidad García Alfonso. De sólida formación autodidacta, sus primeros pasos periodísticos los dio en El Noroeste de Gijón en 1913, cuando era secretario del Ateneo Obrero. En 1915 José Ortega y Gasset le ofreció la corresponsalía en Asturias de la revista España, y lo mismo hizo en 1918 tras la creación del diario El Sol. Para entonces Vela era director de la revista Región, en cuya reanimación desempeñó un papel destacado. Con su traslado a Madrid en 1920 como profesor de la Escuela Central de Aduanas, su vinculación a los círculos culturales se hizo más estrecha, empezando por las clases de Ortega y su tertulia en La Granja del Henar. Realizó sus primeras traducciones en 1921: Avatar de Teófilo Gautier y Cuentos del lunes, de Alfonse Daudet. Fue secretario de redacción de Revista de Occidente desde su fundación en 1923, desde donde contribuyó a ordenar el caudal de ideas innovadoras sobre arte, filosofía y ciencias que afluía desde Europa, lo que lo convirtió en el más decisivo y discreto colaborador de Ortega. Este le confió la dirección de la serie Nova Novorum (1926-1929) dedicada a los prosistas de la Joven Literatura. Al estallar la Guerra Civil se trasladó a Tánger, donde permaneció hasta 1943. Allí fundó, con Gregorio Corrochano, el diario España, en el que encubría su nombre con el seudónimo de Luis Longoria, uno de los que utilizó en la posguerra (otros fueron Luis Arriondas y Héctor del Valle). Su obra ensayística en forma de libro comenzó con El arte al cubo y otros ensayos (1927). Atrás quedaba el manual Futbol Association y Rubgy (1924), publicado con el seudónimo de F. Alonso de Caso. De 1934 es una segunda compilación de sus ensayos, El futuro imperfecto. La tercera, El grano de pimienta, hubo de esperar a 1950 y apareció en Buenos Aires; ya en Madrid publicó Circunstancias (1952).

Alrededor de Revista de Occidente y de la editorial surgió un grupo de excelentes traductores (José Gaos, Manuel García Morente, Margarita Nelken, J. A. Pérez Bances, Joaquín Xirau, R. M. Tenreiro), en el que se cuenta el propio Vela, que se especializó en versiones del alemán. Las primeras datan de 1924 y 1925: el Sistema de estética de E. Meumann, Lo santo: lo racional y lo irracional en la idea de Dios de Rudolf Otto y El mundo del hombre primitivo de Fritz Graebner. A éstas siguieron en 1927 el influyente ensayo de Franz Roh El realismo mágico y la obra de August Messer El realismo crítico. En 1931, tradujo la biografía de Harold Höffding sobre Rousseau, y en 1935, Lo que pasa en Francia 1831–1832 de Heinrich Heine. Ese mismo año vertió del francés la monumental Historia de la civilización en Europa de François Guizot y en 1936, los Panfletos políticos (1816–1824) de Paul–Louis Courier. Ya en 1922 había traducido del francés para Calpe Un reino de Dios de Jérôme Tharaud. Tras la guerra, José Ortega Spottorno pidió a Vela que le ayudara en las ediciones de Revista de Occidente. Desde entonces su actividad como traductor de textos filosóficos o científicos predomina en su vida profesional. Realizó algunas versiones abreviadas para las ediciones argentinas de Revista de Occidente: de La evolución creadora de Henri Bergson (1947), de los Principios de sociología de Herbert Spencer (1947) y de las Investigaciones lógicas de Husserl (1949). En España y en el mismo sello aparecieron, entre otros títulos, La física del núcleo atómico (1954) de Werner Heisenberg, La formación de la Edad Media (1955) de R. W. Southern, La mujer: naturaleza, apariencia, existencia (1955), El dolor: fenomenología,  psicología, metafísica (1958), ambos de Frederick J. J. Buytendijk, ¿Está viva o muerta la filosofía existencial? (1956) de Fritz Heinemann, la Filosofía (1958) de Karl Jaspers o El espíritu del Derecho inglés (1958) de Gustav Radbruch.

También se encargó de traducir varios libros colectivos sobre temas científicos, algunos de ellos recopilaciones de Scientific American, que Revista de Occidente publicaba con vocación pedagógica: Energía atómica (1957), La nueva astronomía (1957) o La angustia (1960). Llegados los años 60, Vela participó en la reanudación de Revista de Occidente y continuó su tarea como traductor para la editorial con obras como las de George Gamow, Biografía de la física (1962), o Denis de Rougemont, Tres milenios de Europa: la conciencia europea a través de los textos (1963). Aun así, el escritor encontró tiempo para componer el ensayo Ortega y los existencialismos (1961) y la biografía Mozart (1966), que tuvo su primera edición en la recién creada editorial Alianza el mismo año de su fallecimiento.

 

Bibliografía

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Eduardo Creus Visiers, «El ensayo plural de Fernando Vela» en F. Vela, Ensayos, Madrid, Fundación Santander, 2010, IXLXX.

Paulino Garagorri, «Fernando Vela», Revista de Occidente 43 (1966), 124–126.

Ramón García de Castro, «Cinco artículos en torno a Fernando Vela», Revista de Occidente 143–144 (1975), 272–289.

Ramón García–Vela, «Para una bibliografía de Fernando Vela», Boletín del Instituto de Estudios Asturianos 92 (1977), 527–586; 99 (1980), 29–51; 101 (1980), 597–636; 105–106 (1982), 313–318.

Azucena López Cobo, Estética y prosa del arte nuevo. José Ortega y Gasset, Ramón Gómez de la Serna, Guillermo de Torre y Fernando Vela, Madrid, Biblioteca Nueva, 2016.

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Manuel Neila, «Fernando Vela, la música callada de la traducción», Cuadernos Hispanoamericanos, 732 (junio, 2011), 91-122.

VV. AA., «Homenaje a Fernando Vela», Revista de Occidente 90 (1988), 113–141.

 

Domingo Ródenas de Moya