Kästner, Erich (Dresde, 1899–Múnich, 1974)
Escritor alemán. En 1927 se trasladó a Berlín donde adquirió rápidamente fama como escritor. La educación cívica es el hilo conductor de su obra; también destacan el humor, la bondad y cierto toque de sabiduría popular. Durante la época de Hitler se quemaron públicamente sus libros, que siguieron editándose en el extranjero. Además de poemas en los que critica el provincianismo, la moral hipócrita y el militarismo, escribió novelas crítico–realistas llenas de humor y una comedia. Sin embargo, alcanza la fama internacional con sus libros infantiles y juveniles. Muchas de estas obras se han llevado también al cine.
La primera traducción de una obra de Kästner, Emilio y los detectives, se publicó en 1931 (M., Cénit), fruto del trabajo de Eloy Benítez, con última edición revisada en Juventud (Barcelona) en 2018. Luego aparecieron Emilio y los tres mellizos, en versión de Carlos Guerendiain (Juventud, 1942; reed. en 1986), Tres hombres en la nieve, sin nombre de traductor (B., La Pléyade, ¿1943?), la versión de J. Fernando Platero (B., G.P., 1961) y Las dos Carlotas por Pilar Guerra (Juventud, 1957; última reed. en 2002). Hubo que esperar hasta 1979 para que se publicara una nueva traducción, la de Pilar Fernández Galiano de El 35 de mayo o Konrad cabalga por el océano Pacífico (M., Alfaguara). Esta editorial ha publicado numerosas obras de Kästner: El hombre pequeñito (1980) y una nueva versión de El 35 de mayo (1981) por Concepción Fernández; El hombre pequeñito y la miss (1984) y Fabián (1985) por Miguel Ángel Vega Cernuda, también en B., Minúscula, 2010; El aula voladora (1981) y La conferencia de los animales (1982; en 2007 31.ª ed.) por Carmen Seco (también en M., Loqueleo, 2017); Las gentes de Schilda (1985) por R. Pilar Blanco; Puntito y Antón (1987) por Elsa Alfonso; Cuando yo era un chiquillo (1988) por José Miguel Clemente. En la década de los 90 aparecieron La conferencia de los animales. El hombre pequeñito traducidos por C. Seco y P. Fernández Galiano (B., Círculo de Lectores, 1993), El teléfono encantado, en versión de Marinella Terzi (M., SM, 1995; 12.ª ed. 2008) y, coincidiendo con el centenario de su nacimiento, No hay nada bueno a menos que se haga: sobre poemas de Erich Kästner (Valencia, Universitat de València, 1999), en traducción de Francisco García Quintero. Más recientemente se ha publicado La escuela de los dictadores (M., Cátedra, 2019), traducida por Pilar Martino.
En catalán apareció una temprana traducción de Emili i els detectius por Melcior Font (Juventud, 1935; 1985, 4 ª ed.) y en 2010, la traducción de Ramón Montón Lara (B., Animallibres, 2010). Tras Emili i els tres bessons y Les dues Carlotes de Miquel Martines Castanyer (Juventud, 1985 y 1988, respectivamente) se publicó La Puntet i l’Anton de Gemma Benedid i Costa (Alfaguara, 1991). En Valencia se editó la traducción de Tomás Escuder de El 35 de maig (Gregal Llibres, 1985). En euskera existen las versiones de Mariatzak 35 por Bittor Hidalgo (1983), Emilio eta detektibeak por Tomás Sarasola, y Lotte eta Luisa por Antton Narbaiza (1992, reed. 1998), las tres publicadas por Elkar (Donostia). Esta misma editorial publicó en 1985 Gela hegalaria por Lurdes Itzulpena En 1989 apareció la traducción de Juan Legarreta, Puntutxo eta Anton, en Alfaguara y, en esta misma editorial en 1993, Animalien biltzarra, de Joseba Ossa, en Alfaguara (Zubia). Por su parte, Puntiño e Anton puede leerse en gallego (Alfaguara, 1989, última ed. 1991; trad. de M.ª Carmen Ares).
Marta STEINKO