Gil y Baus, Isidoro (Madrid, 1814–Madrid, 1866)
Dramaturgo y traductor en lengua castellana. Hijo del actor Bernardo Gil y de la actriz Antera Baus, hermano de los dramaturgos Antonio Gil y Zárate (en este caso hermanastro) y Juan Francisco Gil y Baus –o, lo que es lo mismo, Eduardo Rosales–, y primo del también célebre escritor teatral Manuel Tamayo y Baus, puede ser considerado el dramaturgo–traductor por excelencia del Romanticismo español. Su vida se halla indefectiblemente ligada al teatro, y esta vinculación se manifiesta en su temprano acercamiento a una escena para la que llegó a escribir cerca de un centenar de obras a lo largo de más de treinta años; todas ellas, salvo un par de textos escritos en colaboración, traducciones y adaptaciones de piezas teatrales procedentes de Francia, el gran filón del que se nutre la escena española durante buena parte del siglo XIX. El conjunto de la obra teatral de Isidoro Gil es un buen termómetro para conocer el tipo de dramaturgia cultivada y consumida en la España del Romanticismo y sus postrimerías. Comedias y dramas se repartíann equilibradamente la escena y a ambos géneros dedicó el dramaturgo su producción, desde el estreno en el Teatro de la Cruz, el 22 de febrero de 1832, de La despedida o El amante a dieta, traducción de una pieza francesa en un acto cuyo original desconocemos, hasta la presentación en el Teatro de Variedades, el 24 de diciembre de 1863, de Los nerviosos, comedia acomodada a la escena española a partir de un texto original de Théodore Barrière y Victorien Sardou.
Entre ambos estrenos, Gil y Baus escribió, publicó y dio a la escena títulos tan sugerentes y celebrados en su tiempo como Catalina de Médicis (1838), La abadía de Castro (1839), La carcajada (1840), La molinera (1841), Una cadena (1842), El secreto de una madre (1843), Tres enemigos del alma, dinero, gloria y amor (1844), El rey y el aventurero (1845) o El payaso (1857); a los que puede añadirse un buen número de piezas escritas en colaboración con otros autores de la época, muchos de ellos, al igual que Gil, profesionales de la traducción, como Gaspar Fernando Coll, Mariano Carreras y González, Luis Mariano de Larra o Ramón de Navarrete, entre otros, incluido su hermano Eduardo Rosales, con quien escribió al alimón Valentín el guarda-costas (1855) y La torre de Garan (1859).
Entre los muchos autores franceses traducidos por Isidoro Gil cabe citar a Eugène Scribe, Mélesville, Alexandre Dumas, Jean–François Bayard, Anicet Bourgeois, Joseph Bouchardy, Adolphe D’Ennery o Gustave Lemoine, cuyos nombres aparecen, en conjunto, en más de una treintena de obras. Las «traducciones» teatrales de Gil y Baus –siempre en prosa, a partir de textos que emplean asimismo esta forma expresiva– responden a la perfección al concepto de lo que, en el siglo XIX, se entendía por tal y de lo que entonces se exigía a quienes se dedicaban a tal menester: creaciones cuya «originalidad» residía en la capacidad de adaptación o arreglo –los términos se alternan indistintamente– de piezas extranjeras al nuevo público para el que iban dirigidas, normalmente alterando los nombres de los personajes y lugares donde transcurría la acción, referencias locales y, en mayor o menor medida, el texto mismo del que habían nacido, partiendo del principio único de respetar su sentido.
Bibliografía
Teresa Barjau, «Isidoro Gil y Baus» en GICES XIX [recurso electrónico].
José Luis González Subías, «Profesionales de la traducción teatral en España a mediados del siglo XIX» en F. Lafarga & L. Pegenaute (eds.), Traducción y traductores, del Romanticismo al Realismo, Berna, P. Lang, 2006, 247–258.
José Luis González Subías, «Creación y traducción en el teatro de Isidoro Gil y Baus (1814–1866)» en F. Lafarga y L. Pegenaute (eds.), Creación y traducción en la España del siglo XIX, Berna, P. Lang, 2015, 183–195.
José Luis González Subías