Hartzenbusch, Juan Eugenio

Hartzenbusch, Juan Eugenio (Madrid, 1806–Madrid, 1880)

Escritor y traductor en lengua castellana, de familia alemana. Fue poeta (Fábulas, 1844), novelista, articulista, editor de clásicos y autor de estudios históricos y literarios; con todo, alcanzó sus mayores éxitos en el teatro con dramas históricos (Los amantes de Teruel, 1837) y comedias de magia (La redoma encantada, 1839). Ocupó varios cargos académicos, entre ellos el de director de la Biblioteca Nacional.

Realizó también una gran labor como traductor. A diferencia de la mayoría de sus contemporáneos, la gran novedad de Hartzenbusch es la atención a la traducción de poesía, en particular a la de lengua alemana. Una excepción es su adaptación de la oda Il cinque maggio de Alessandro Manzoni, de la que se conservan dos versiones: la de la Revista literaria de El Español (1847), recogida luego por S. Costanzo en el volumen Opúsculos políticos y literarios (M., La Publicidad, 1847); y la que incluyó entre sus Obras de encargo (M., Rivadeneyra, 1864). Dio la versión de un poema de Friedrich Schiller y otro de August Beugenbach, así como de treinta fábulas de G. E. Lessing, traducidas en verso, en sus Ensayos poéticos (M., Yenes, 1843). En 1871, como apéndice a la versión de Las fábulas de Esopo por Eduardo de Mier (M., J. Astort y Cía.), los editores incluyeron una nueva traducción de las fábulas completas de Lessing, respetando la prosa del original. Finalmente, en una edición de sus Obras (M., Tello, 1888), aparecen fábulas de otros autores (Gottlich K. Pfeffel, Friedrich von Hagedorn, Gottfried Lichtvehr, Karl W. Ramler y Johann W. L. Gleim); pueden leerse también en la moderna edición de las Fábulas (M., Espasa–Calpe, 1973).

Con todo, las traducciones de teatro ocupan un lugar predominante en la obra de Hartzenbusch. De hecho, de sus sesenta y nueve obras dramáticas, sólo veinticinco son originales; diez son refundiciones de piezas del Siglo de Oro, y treinta y cuatro, traducciones. Conviene también poner de manifiesto que Hartzenbusch, como otros contemporáneos suyos, llegó a la creación de obras originales pasando por la traducción. El abanico de autores traducidos es notable: Molière aparece con un par de comedias ligeras y poco relevantes (Le cocu imaginaire y Le mariage forcé), no localizadas; y su seguidor Jean–François Regnard, con dos de sus piezas más representativas (Attendez–moi sous l’orme y El regreso inesperado).

Del XVIII francés, aparte de algunos comediógrafos de segunda fila (Dancourt, Dufresny, Piron) cultivadores de la comedia de costumbres, hay figuras de renombre, como Voltaire y Beaumarchais. Sin embargo, aunque parece que tradujo cinco obras del primero, sólo se ha conservado la versión de la tragedia Adélaïde Duguesclin, que se representó en 1827 como Doña Leonor de Cabrera y no se publicó hasta 1844 (M., Repullés), muy reformada y con el título de Floresinda (hay ed. moderna de M., Esperpento, 2016). En cuanto a El barbero de Sevilla de Beaumarchais (M., Repullés, 1840), presenta notables diferencias respecto del original, en aras de lograr un texto más moralizador. Permanece inédita su traducción de Emilia Galotti de Lessing, mientras que la de Mérope de Vittorio Alfieri no se publicó hasta 1854 en El Eco de los folletines. Tradujo asimismo varias comedias de Louis–Benoît Picard, de las que se han conservado Función de boda sin boda (M., Repullés, 1839), El novio de Buitrago (M., Lalama, 1846), en colaboración con González d’Apousa, y Don Junípero Bausán o ¡Cómo se pasa el tiempo!, inédita.

Vertió asimismo obras de Eugène Scribe, autor de comedias burguesas y vodeviles, a quien Larra y otros dramaturgos de la época también tradujeron: El abuelito (M., Yenes, 1842), El doctor Capirote o Los curanderos de antaño (M., Lalama, 1850), Los dos maridos (M., Lalama, 1850). De Alexandre Dumas tradujo el drama Angèle con el título Ernesto (M., Hijos de C. Piñuela, 1837) y de Victor Hugo, el acto II de Marion Delorme, que su hijo Eugenio incorporó a la Bibliografía de su padre (1900). Por otra parte, la comedia burguesa de mediados de siglo está representada por El padre pródigo de A. Dumas hijo, en colaboración con Cayetano Rosell (M., C. González, 1861), y por Jugar por tabla, título de la versión de Gabrielle de Émile Augier, que hizo con C. Rosell y L. Valladares y Garriga (M., Omaña, 1850). Con todo, la obra con la que obtuvo mayores éxitos fue Los polvos de la madre Celestina (M., Yenes, 1840), arreglo de Les pilules du diable de Laloue, Anicet–Bourgeois y Laurent.

En cuanto a la manera de traducir se sitúa bajo la bandera de la libertad: se trata de una actitud nada infrecuente en los traductores de la época y que resulta muy elocuente no sólo de una manera de entender la traducción todavía presente a mediados del siglo XIX, sino también de la extrema fragilidad del texto teatral ante la traducción, propia de toda su historia.

Otra actividad reseñable de Hartzenbusch fue la redacción de prólogos para distintas obras: el Diccionario de galicismos (M., Imprenta Nacional, 1855; ed. facsímil M., Visor, 1995) del político y escritor venezolano afincado en España Rafael María Baralt, en el que, con numerosos ejemplos y alusiones a la tradición literaria castellana, insiste en la cuestión del galicismo; Las tardes de la granja de F.–G. Ducray–Duminil (M., Librería de San Martín, 1863), sin nombre de traductor, aunque atribuida a José Losáñez, en el que establece un paralelismo entre el texto de la primera versión de la obra, que había leído en su juventud, y el que está prologando; y el «Prólogo» a la Divina Comedia de su amigo C. Rosell (B., Montaner y Simón, 1872), en el que justifica la utilización de la prosa. En cuanto a los numerosos artículos que publicó en El Entreacto, El Corresponsal, El Español o Las Novedades, una parte notable (no menos de cuarenta) trata de piezas traducidas o adaptadas: desde melodramas de Bouchardy hasta tragedias de Alfieri o Legouvé, pasando por comedias burguesas de Scribe.

 

Bibliografía

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Francisco Lafarga