Marquina Angulo, Eduardo

Marquina Angulo, Eduardo (Barcelona, 1879–Nueva York, 1946)

Escritor y traductor en lengua castellana, dedicado durante toda su vida a la actividad literaria, como poeta, dramaturgo, novelista, periodista y traductor. Aunque su imagen pública y parte de su producción están asociadas al régimen franquista, fue un escritor de trayectoria abarcadora y compleja, apreciado desde todos los sectores culturales e ideológicos durante su dilatada carrera, vinculado a las vanguardias literarias y a las inquietudes pedagógicas de la Institución Libre de Enseñanza. Fue miembro de la Real Academia Española y presidente de la Sociedad de Autores (precursora de SGAE) y de la Confederación Internacional de Sociedades de Autores. Sus inicios como escritor son tempranos, en plena efervescencia literaria del fin de siglo. En revistas modernistas (Luz, Pèl i Ploma) da a conocer sus primeras creaciones poéticas originales y traducciones desde 1898, y pronto inicia sus colaboraciones en la prensa (El Imparcial, La Publicidad o España Nueva). De esta etapa modernista datan sus primeros volúmenes poéticos (Odas, 1900; Las vendimias, 1901; Elegías, 1905), seguidos de composiciones de diverso género publicadas a lo largo de su carrera. El teatro fue siempre el eje de su actividad literaria, con casi cincuenta composiciones originales, algunas en colaboración. Cultivó la comedia burguesa, el teatro musical, hizo refundiciones de clásicos, pero fue el teatro en verso de tema histórico el que marcó sus señas de identidad como dramaturgo y el que le proporcionó los mayores éxitos (Las hijas del Cid, 1908; Doña María La Brava, 1909; En Flandes se ha puesto el sol, 1910; Teresa de Jesús, 1933, entre otros). Escribió también una veintena de cuentos y novelas, aparecidos en su mayoría en las colecciones El Cuento Semanal y La Novela Contemporánea. Su dedicación a la traducción fue tan intensa y dilatada como su creación original.

Se inició con las traducciones poéticas hechas en colaboración con su amigo Luis de Zulueta para la revista Luz (1898) donde aparecen sus versiones de algunos poemas de Verlaine, Chénier y el romántico alemán Jean Paul. Ya en solitario, publica en España Nueva (1908) y en la antología La poesía francesa moderna de Díez–Canedo y Fortún (1913), traducciones de S. Mallarmé, M. Maeterlinck y Baudelaire, cuyas Flores del mal dio en 1905 (M., Fernando Fe), todas fundamentales en la implantación del modernismo en España. La traducción de poesía simbolista en ese periodo de formación y asimilación estética da paso pronto a traducciones por encargo de editoriales que responden a motivos económicos. Trabaja para Maucci, Calpe, la Biblioteca Estrella, entre otras, y traduce obras muy variadas, de clásicos del XVIII o XIX y de autores contemporáneos: drama histórico (Los Burgraves, Marión de Lorme, de V. Hugo, ambas en B., F. Seix, 1907), novela (Manon Lescaut, de A.–F. Prévost, B., Salvat, 1972; La ciudad y las sierras, de J. M. Eça de Queiroz, 1903; Carlos Enrique. Juventud de príncipe, de Wilhelm Meyer–Förster, B., E. Domenech, 1909; Los grandes burgueses y Confidencias de una pájara, de Abel Hermant, M., Biblioteca Estrella, 1920 y 1921; La dama de las camelias, de A. Dumas hijo, Biblioteca Estrella, 1920; Vida de Rancé, de Chateaubriand, M., Calpe, 1922), poesía (Los simples, La muerte de Don Juan, La musa en ocios, La vejez del padre eterno y Patria, de Abílio Guerra Junqueiro, publicadas por F. Granada de Barcelona, sin año), una autobiografía (Saliendo de la esclavitud, de Booker T. Washington; B., Toledano López, 1905), obras religiosas y morales (Obras escogidas de Sophie Swetchine; B., Juan Gili, 1900).

Cuando ya es un dramaturgo de éxito, traduce teatro para las compañías que estrenan sus obras originales, especialmente obras contemporáneas con un abanico de géneros que va de la comedia burguesa a la policiaca, la psicológica, el drama religioso o el teatro experimental; traduce, entre otros, a Hugo von Hofmannshtal (Elektra, B., Unión Editorial Hispanoamericana, 1913), Dario Niccodemi (La enemiga, M., Biblioteca Hispania, 1916), Àngel Guimerà (Jesús que vuelve, M., Biblioteca Hispania, 1917; Rey y monje, M., Reus, 1922), Marcel Gerbidon y Paul Armont (Rata de hotel, 1921, inédita), François de Curel (La borrachera del sabio, 1923, no localizada), Luigi Pirandello (Cada cual a su manera, 1926, no localizada), y vuelve al teatro histórico en La conjuración de Fiesco, drama de Friedrich Schiller estrenado en 1946, poco antes de su muerte, y publicado en la ed. de Obras completas (M., Aguilar, 1944–1951). Las diferentes etapas de su actividad traductora y las formas de enfrentarse a los originales muestran a un escritor que concibió la traducción como una «suerte de creación», que encontró en ella un camino de aprendizaje estético y de exploración para su propia creación, y cuya producción traducida se sitúa en la vanguardia de muchos de los cambios estéticos de la España de principios del siglo XX.

 

Bibliografía

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María Jesús García Garrosa