Mogel y Elgezabal, Vicenta (Azkoitia, 1782–Abando, 1854)
Escritora y traductora en lengua vasca; desde muy pequeña fue a vivir a Markina, y por eso se la ha adscrito a la llamada Escuela de Markina, como su tío J. A. Mogel. Es considerada la primera mujer escritora en euskera, en una época en la que apenas les estaba permitido recibir clases, y desde pequeña mostró gran inclinación por la lectura. Tenía gran afición por los cuentos populares y las fábulas clásicas. Con veintidós años publicó Ipui onac (Cuentos morales, 1804), obra en la que vertió al euskera guipuzcoano cincuenta fábulas de Esopo, que tradujo del latín. El modelo lingüístico elegido para la traducción es el dialecto guipuzcoano, con indudables aportaciones del vizcaíno. La publicación del libro fue una especie de revulsivo, ya que, aunque tenía un indudable objetivo didáctico o moral, sentó las bases de la literatura infantil y juvenil en euskera. Frente a la literatura habitual de aquella época, supuso también un avance en lo literario, aunque no llegase todavía a tener un componente estético claro. Resultó la estación de partida de un florecimiento de la fábula. En lo que se refiere al modelo de traducción, ha sido criticada su sintaxis, que en opinión de ciertos expertos estaba contaminada por las otras lenguas. El libro, con todo, alcanzó gran éxito en su época, y ha tenido posteriormente diversas ediciones.
Además de traducir, también componía villancicos y diversos tipos de versos y poemas, tanto que sus servicios fueron solicitados por autores tan conocidos como Ulibarri, para que revisara y corrigiera sus escritos, sobre todo a la hora de dar a la imprenta sus versos. Para poder entender adecuadamente su papel, hay que tener en cuenta que se tiene noticia cierta de que ya al final de la Edad Media se solían entonar en los velatorios cantos y versos fúnebres, muchos de los cuales eran composiciones de mujeres como Sancha Ochoa de Ozeta, Milia Lasturko, Sancha Ortiz y otras. Otra traducción suya, que se publicó con la leyenda «Traducida del romance al bascuence, por doña Vicenta de Moguel», fue una carta del cardenal de Toledo Luis de Borbón (1820), lo que da a entender que, en un mundo literario dominado por los hombres, debió de gozar de gran predicamento.
Bibliografía
Xavier Kaltzakorta, Bizenta Mogel eta Elgezabal, Vitoria–Gasteiz, Publicaciones del Gobierno Vasco, 1992.
Patxi Salaberri, Euskal klasikoen atarian, Iruña, Pamiela, 2004.
Karlos del Olmo