Sue, Eugène (París, 1804–Annecy, 1857)
Novelista francés. En 1823 obtuvo plaza de cirujano de la Marina, lo que le permitió viajar por Asia y América durante seis años. La muerte de su padre en 1830 le procuró una herencia que le permitió dedicarse a la literatura, actividad que compaginó con una vida de dandy en los mejores círculos parisinos. Sus primeras novelas fueron de aventuras marineras: Plik et Plok (1831), Atar Gull (1831) y La Salamandre (1832). Publicó luego varias novelas de costumbres –Arthur, journal d’un inconnu (1839), Mathilde, mémoires d’une jeune femme (1841)– e históricas (Le commandeur de Malte, 1841). Su adhesión al socialismo marcó un giro en su producción, empezando por Les mystères de Paris (1842–1843), a la que siguieron Le Juif errant (1844–1845), Martin l’enfant trouvé (1846–1847), Les sept péchés capitaux (1847–1852), Les mystères du peuple (1849–1857) y otras, que le dieron inmensa celebridad y pingües ganancias. Compuso también, aunque con menor fortuna, varias piezas teatrales, algunas de ellas a partir de sus propias novelas. Fue elegido diputado en 1850, si bien a la proclamación del II Imperio optó por exiliarse a Saboya, donde murió.
La obra de Sue tuvo gran repercusión en España, como se desprende del gran número de novelas traducidas al castellano. La primera de sus obras traducida al castellano fue la novela de aventuras marineras Plik y Plok (Valencia, 1832 y París, 1836 con el título españolizado de El gitano o El contrabandista en Andalucía), a la que siguieron La Salamandra (Madrid, 1832) y Atar Gull (Valencia, 1835). También se tradujeron muy pronto El comendador de Malta (M., Sociedad Literaria, 1844), por Juan de Capua, y Matilde o memorias de una joven (M., s. i., 1846), en versión de J. Manuel Tenorio.
Sin embargo, Los misterios de París fue la novela que le procuró mayor éxito en España: existen no menos de veinte ediciones de ésta, desde la primera aparecida en Cádiz en 1843 hasta la más reciente de Carlos de Arce (B., Bruguera, 1966; reed. en 1975, pasando por la más difundida de Antonio Flores (M., Ignacio Boix, 1844). A la fama de Sue en España contribuyó también el éxito de El judío errante, de la que aparecieron seis ediciones en el mismo año de 1844: la primera de ellas fue la realizada por el conocido escritor Wenceslao Ayguals de Izco (M., Sociedad Literaria). En la misma Sociedad Literaria, fundada por Ayguals y Juan Martínez Villergas, aparecieron en los años sucesivos otras traducciones de Sue, como Martín el expósito y Los siete pecados capitales. Algunas de estas obras salieron en castellano al poco tiempo de su aparición en Francia, lo cual es buena prueba del interés del público por la producción de «Eugenio Sué», como solía ser nombrado en España. Algunas de sus novelas se adaptaron al teatro (Los misterios de París, Martín el espósito y, más tarde, en 1873, El judío errante).
La gran época de éxito de Sue en España fueron los años 1844–1847: las editoriales rivalizaron por sacar versiones de una misma obra, algunas de ellas de escasa calidad literaria, hechas de forma apresurada y a menudo publicadas sin el nombre del traductor. Sin embargo, también se cuentan entre los traductores algunos escritores de renombre en su tiempo, como los citados J. de Capua, A. Flores, Ayguals de Izco, sin olvidar a Carlos García Doncel (que firmó en ocasiones con el seudónimo El Doncel) y a Víctor Balaguer. A partir de mediados de siglo, la posición hegemónica de Sue en la novela popular se vio perjudicada por la aparición de novelas con temas hispánicos, más cercanos al lector español, y por el recrudecimiento de la censura. Con todo, el éxito popular de Los misterios de París dio lugar a imitaciones y secuelas, entre ellas la más conocida Los misterios de Madrid, obra del notable escritor Martínez Villergas. Ya en el siglo XX han sido reeditadas algunas traducciones de la centuria anterior, y a ellas se han sumado varias versiones nuevas, como la de Manuel Araquistain de Los siete pecados capitales (B., Rodegar, 1976), las de Kernok el pirata realizadas por Helena Valentí (B., Laia, 1986) y por Lourdes Lucía (M., Debate, 1986), y la de El judío errante por Pilar Ruiz Ortega (M., Akal, 2015). De Kernok existe una versión en gallego, obra de Carme Ruibal y Xosé M.ª Lema (Vilaboa, Edicións do Cumio, 1988).
Bibliografía
Jean–René Aymes, «La imagen de Sue en España. (Primera mitad del siglo XIX)» en L. F. Díaz Larios & E. Miralles (eds.), Del Romanticismo al Realismo. Actas del I coloquio de la Sociedad de Literatura Española del siglo XIX, Barcelona, Universitat de Barcelona, 1996, 391–402.
Lola Jiménez, «La réception de l’œuvre d’Eugène en Espagne», Œuvres & Critiques 31:2 (2006), 40–65 (La réception de la littérature populaire française en Espagne).
Joaquín Marco, «Sobre los orígenes de la novela folletinesca (Wenceslao Ayguals de Izco)» en J. Marco, Ejercicios literarios, Barcelona, Taber, 1969, 73–95.
M.ª Carmen García Albero