Lisias

Lisias (Atenas, ca. 440 a. C.–¿?, ca. 360 a. C.)

Orador griego, de origen siracusano. Se sabe que pasó un tiempo en Turios, colonia ateniense de la Magna Grecia, y que a su regreso a Atenas se encargó de la manufactura de escudos que le había legado su padre, hasta que sus propiedades fueron confiscadas por los Treinta Tiranos, quienes además ordenaron matar a su hermano Polemarco. Huyó a Mégara, desde donde colaboró decididamente en la lucha emprendida por los atenienses allí refugiados contra la tiranía y en favor de la restauración de la democracia; acabó ganándose la vida como logógrafo (redactor de discursos judiciales para litigantes a cambio de un salario). Se ignora el año exacto de su muerte, en cualquier caso, posterior al 370 a. C., fecha de composición del seudodemosténico discurso titulado Contra Neera, en el que aparece citado como personaje aún vivo. Atribuidos a él han quedado treinta y cuatro discursos en su mayoría judiciales, tres amplios fragmentos de sendos discursos preservados y transmitidos por Dionisio de Halicarnaso y algunos otros fragmentos. Si se exceptúa un discurso funeral y otro epidíctico compuesto para que un ciudadano ateniense lo pronunciara ante la Asamblea, todos los demás discursos son judiciales. El Discurso erótico que aparece en el Fedro platónico, donde es atribuido a Lisias, es en realidad una parodia. Lisias dotó a la prosa ática de una pureza, sencillez, elegancia y gracia inigualables a fuerza de combinar las palabras en cláusulas y períodos siempre nítidos, claros y diáfanos, desprovistos de todo manierismo y exageración.

Aunque el estilo de Lisias ya se consideraba admirable y digno de imitación en la Antigüedad por la escueta exposición de los hechos, el acomodo de sus palabras al carácter del hablante y a la voluntad de los jueces, y la moderación en el uso de las estrategias retóricas, lo cierto es que, a excepción de unos fragmentos incluidos en la Historia de la literatura griega de Jacinto Díaz (B., Diario de Barcelona, 1865), no existen de la obra de este autor traducciones al castellano hasta mediados del siglo XX, en que aparecieron los dos primeros tomos (1953 y 1963) en la colección «Alma Mater» (M., CSIC), mientras que el tercero se publicó en 2000. Se trata de una traducción acompañada de la edición del texto –a la vista y compaginado con la traducción– pertrechado de su aparato crítico correspondiente, y que es excelente. Los volúmenes han sido preparados, respectivamente, por los helenistas Manuel Fernández Galiano (discursos i–xii), Luis Gil (discursos xiii–xxv) y José Manuel Floristán (discursos xxvi–xxxv y Fragmentos). Más tarde, en 1988 y 1995, salieron a la luz los dos volúmenes de la traducción de la obra de Lisias en la «Biblioteca Clásica Gredos», la cual, aunque desprovista de texto a la vista, es una versión muy clara, digna y ajustada al original, obra del helenista y traductor José Luis Calvo Martínez.

 

Antonio López Eire (†)
[Actualización por Mikel Labiano]