Faulkner, William (New Albany, 1897–Oxford, 1962)
Escritor estadounidense, nacido en el seno de una familia sureña tradicional, circunstancia determinante en su creación literaria. Durante la primera Guerra Mundial militó como piloto en las fuerzas aéreas canadienses y a su vuelta ingresó en la Universidad de Mississippi. En ese período publicó su único libro de poemas, The Marble Faun (1924). Pronto abandonó los estudios para dedicarse a la literatura y al periodismo en Nueva Orleans, donde conoció a Sherwood Anderson, que le ayudó a encontrar un editor para su primera novela, Soldiers’ Pay (1926). Tras viajar algún tiempo por Europa, regresó a Estados Unidos y comenzó a escribir una serie de novelas ambientadas en el condado imaginario de Yoknapatawpha (inspirado en el condado de Lafayette, Mississippi). En 1929 publicó The Sound and the Fury, novela ya de plena madurez narrativa. A pesar de los elogios de la crítica a toda su obra, sólo Sanctuary (1931) alcanzó un número considerable de ventas, éxito que le proporcionó encargos más lucrativos como guionista en Hollywood. En 1949 obtuvo el Premio Nobel de Literatura; en 1955, el Pulitzer por A Fable, y póstumamente, el National Book Award por Collected Stories.
Durante la II República el panorama cultural español conoció un notable dinamismo, consecuencia del apogeo de las inquietudes intelectuales provocadas por las tensiones sociales y políticas del período de entreguerras. El caos producido por los efectos de la Primera Guerra Mundial y la crítica situación en la que se hallaba Estados Unidos, agravada por la caída de la bolsa de Nueva York, provocó que los escritores adoptaran una actitud más comprometida con los temas de interés social. El público español mostró especial predilección por esa literatura crítica y de denuncia procedente del exterior y, en especial, de autores estadounidenses como John Dos Passos, Sinclair Lewis, Theodore Dreiser o Sherwood Anderson, y, sobre todos ellos, Faulkner. El periodista y escritor Lino Novás Calvo publicó en España el primer artículo sobre Faulkner (Revista de Occidente, enero de 1933), titulado «Dos escritores norteamericanos: Toros para los puritanos y el dominio de William Faulkner». Un mes después, y en la misma revista, Antonio Marichalar, considerado la máxima autoridad en narrativa angloamericana, presentaba al autor en el artículo «William Faulkner», seguido de la primera traducción de una obra suya: el relato «Todos los aviadores muertos».
Posteriormente, el artículo de Marichalar sirvió de introducción a la primera novela en castellano, Santuario, traducida por L. Novás y publicada por Espasa–Calpe (Madrid) en 1934. La siguiente traducción española no llegó hasta 1946. Sin embargo, la ausencia del autor no fue absoluta: se le siguió leyendo en versiones francesas y, sobre todo, argentinas y mexicanas, porque Faulkner ya había atraído la atención de escritores del otro lado del Atlántico, como Juan Rulfo, García Márquez, José Donoso, Juan Carlos Onetti o Jorge Luis Borges. Este fue el primer traductor de Las palmeras salvajes (Buenos Aires, Sudamericana, 1940), en una versión muy leída en España, como también lo fueron otras traducciones argentinas de los años 40, que mantuvieron al público español en contacto con Faulkner durante los años de aislamiento cultural impuesto por la dictadura. Con el triunfo de las fuerzas aliadas en la Segunda Guerra Mundial se reavivó el interés por la narrativa anglosajona y, en 1946, Ricardo Gullón publicó en la revista Proel la traducción de dos relatos de la colección These Thirteen con el título En el sol de la tarde y Primavera ardiente. En 1947, la editorial Caralt de Barcelona publicó Pilón, novela que, tanto en su país como en España, pasó desapercibida y en 1950 Emecé de Buenos Aires sacó ¡Absalón, Absalón!, en versión de Beatriz Florencia Nelson. También se publicó en Buenos Aires Sartoris (Schapire, 1953) por Francisco Gurza y El sonido y la furia (Los libros del Mirasol, 1961) por Floreal Mazia.
La concesión del premio Nobel, así como la apertura del régimen en España, favoreció el interés editorial por el escritor: Caralt fue publicando Los invictos (1951), traducción de Alberto Vilá de Avilés; El villorrio (1953), versión de Julio Napoletano y P. Carbó Amiguet; La paga de los soldados (1954), obra de J. Gómez del Castillo; ¡Desciende, Moisés! (1955), traducción de Ana M.ª de Foronda, y Mosquitos (1959) por Domingo Manfredi; en 1954 Aguilar (Madrid) presentó una de las novelas que más influyó en el panorama creativo español, Mientras agonizo, en traducción de Agustín Caballero Rodredo y Arturo del Hoyo, y en 1955 la editorial Éxito de Barcelona publicó Una fábula, en traducción de Antonio Ribera. En los años siguientes vieron la luz el primer volumen de Obras escogidas (Aguilar, 1957), selección de novelas que incluía Mientras agonizo, Pylon, El villorrio y Los invictos; la representación en 1958 en la Casa América de la versión de la obra de teatro Réquiem para una mujer, en traducción de Josefina Sánchez Pedreño, así como una edición de las Obras completas (Caralt, 1959). El radio de influencia de la obra de Faulkner se vio prolongado por la actividad de un grupo de lectores a través de las traducciones que ellos mismos llevaron a cabo: Ramon Folch i Camarasa, con el seudónimo de Ramón Hernández, tradujo En la ciudad (B., Plaza & Janés, 1957) y luego al catalán Mentre agonitzo (B., Proa, 1968); Jorge Ferrer–Vidal dio La mansión y Los rateros (Plaza & Janés), en 1961 y 1963, respectivamente, y Andrés Bosch, El árbol de los deseos (B., Lumen, 1972).
En los años 60 Reno y Plaza & Janés habían lanzado el nuevo formato de libros de bolsillo. Nueve novelas de Faulkner se publicaron en esas colecciones: en Plaza & Janés En la ciudad (1960), La mansión (1961) y Los rateros (1963, trad. de J. Ferrer–Vidal). Esta última y La paga de los soldados, publicada en los años 50, conocieron reedición en Círculo de Lectores. En esos mismos años se realizaron también varias ediciones antológicas, entre ellas el tomo II de Obras escogidas, publicado por Aguilar, que incluía ¡Absalón, Absalón! y El ruido y la furia. Alianza (Madrid) publicó en 1970 Gambito de caballo, en la traducción de Lucrecia Moreno de Sáenz. Las palmeras salvajes fue editada por primera vez en España en 1970 por Edhasa con la traducción de J. L. Borges y prólogo de Juan Benet. En 1972 Planeta publicó una nueva traducción de El ruido y la furia en versión de F. E. Lavalle, y Lumen, el cuento infantil El árbol de los deseos. En 1978, Seix Barral (Barcelona) editó Collected Stories con el título El campo, el pueblo, el yermo, la primera versión de Sartoris (Flags in the Dust) y en 1982, Intruso en el polvo. En 1980 Argos Vergara publicó una nueva versión de Luz de agosto, debida a Enrique Sordo. Con estas ediciones se completaba la totalidad de las obras de Faulkner en castellano.
Con posterioridad ha sido puesto en castellano de nuevo por excelentes traductores. Mariano Antolín Rato se ocupó de Mientras agonizo (B., Bruguera, 1981) y Ana Antón Pacheco de El ruido y la furia (M., Alfaguara, 1984), en sendas versiones que han sido reeditadas en numerosas ocasiones por diversas editoriales. Por su parte, José Luis López Muñoz tradujo para Seix Barral Banderas sobre el viento (1978) y Sartoris (1982), pero fueron mucho más numerosas sus colaboraciones con Alfaguara: Santuario (1980), El villorrio (1987), La ciudad (1988), La mansión (1990), La escapada (1997), Una fábula (1999), además de El árbol de los deseos (2008). Miguel Martínez Lage se ha ocupado de ¡Absalón, Absalón! (B., La otra orilla, 2008) y de Cuentos reunidos (Alfaguara, 2009) y Jesús Zulaika de Relatos (Bruguera, 1984), Mientras agonizo (B., Anagrama, 2000) y de los relatos Una rosa para Emily; Miss Zilphia (B., Debolsillo, 2001). Este último también ha sido traducido por Carlos Manzano (B., Tusquets, 1971) y Juan Sebastián Cárdenas (M., Nórdica, 2011). Por su parte, Miguel Sáez se ocupó de Pilón (Alfaguara, 2001).
Las primeras traducciones al catalán datan de los años 60: Llum d’agost (B., Edicions 62, 1962), Intrús en la pols (Edicions 62, 1969) y Santuari (B., Proa, 1970) por Manuel de Pedrolo, y, posteriormente, Absalom, Absalom por Marta Pera (Edicions 62, 1987), El brogit i la fúria por Jordi Arbonès (Proa, 1984; reed. en 2002 como El soroll i la fúria) y L’arbre dels desitjos por Albert Fontich (B., Ediciones B, 1989). En tiempos más recientes ha sido publicado en Edicions de 1984: El llogaret (2014) y La ciutat (2015) por Maria Iniesta i Aguiló; La mansió (2017), Llum d’agost (2018) y Mentre em moria (2019) por Esther Tallada. Traducidos al euskera están Santutegia, en versión de Xabier Olarra (Donostia, Elkar, 1990) y Hotsa eta ardaila por Maria Garikano (Amorebieta, Ibaizabal, 1992). En gallego Xurxo Borrazás ha traducido O ruído e a furia (Galaxia, Pontevedra, 2007).
Bibliografía
M.ª Elena Bravo, Faulkner en España. Perspectivas de la narrativa de postguerra, Barcelona, Nexos, 1985.
Rolando Costa Picazo, «La traducción de Faulkner al castellano», Anclajes 5 (2001), 19–39.
Maria Dasca, «Notes sobre la recepció crítica de la narrativa de Faulkner i Hemingway en la literatura catalana dels anys 40 i 50» en E. Geisler (ed.), Literatura catalana del segle XX i de l’actualitat, Fráncfort, Peter Lang, 2012, 19–38.
Myriam Díaz Diocaretz, «Faulkner’s Spanish Voices» en D. Fowler & A. J. Abadie (eds.), Faulkner: International Perspectives, Jackson, University of Mississippi Press, 1984, 30–59.
Max Frisch, William Faulkner. Su influencia en la literatura hispanoamericana, Buenos Aires, Corregidor, 1993.
María José Álvarez Maurín
[Actualización por Luis Pegenaute]