Búlgara, Literatura

Búlgara, Literatura

La primera edición en España de un libro traducido de lengua búlgara aparece sorprendentemente pronto y en catalán. Se trata del volumen La poesía popular búlgara. Notícia crítica ab mostres en llengua catalana (B., La Renaixensa, 1887), que contiene trece canciones populares búlgaras. Tal vez ese interés temprano estuvo relacionado con la guerra ruso–turca, una de cuyas consecuencias fue la independencia de Bulgaria en 1878. Con todo, se trató de un caso aislado, puesto que debieron pasar más de cinco décadas antes de que apareciese una nueva obra de la literatura búlgara traducida en España. En los años 1940, gracias fundamentalmente a la labor de Teodoro Neikov, hispanista y traductor búlgaro, algunas editoriales españolas apostaron por tres clásicos de las letras búlgaras: Elin Pelin, Jordan Jovkov e Ivan Vazov. Elin Pelin (1877–1949), seudónimo de Dimităr Stojanov, publicó entre 1904 y 1936 varios libros de relatos, así como la novela Tierra (1928) y la novela corta Los Gerak (1911), obra maestra en su género. Su obra refleja la vida campesina, sobre todo de su región natal, cercana a Sofía, sin idealización sentimental, a veces con cierto romanticismo, y siempre con la comprensión profunda de un hombre que nunca olvidó sus raíces. El lector español le conoció con una selección muy acertada de obras titulada Cuentos búlgaros (M., Stylos, 1944), en traducción de T. Neikov y Manuel María de Barandica, que incluía, aparte de algunos de sus mejores cuentos, también la mencionada novela corta con el título La familia Guerak.

La elección de un autor contemporáneo marcó una tendencia fácilmente observable en las traducciones españolas de literatura búlgara. Jordan Jovkov (1880–1937) es el gran maestro de la narrativa búlgara que se impuso en la vida literaria de entreguerras. Con la novela corta El segador (1920) el autor volvió a su inspiración inicial, que es la vida en el pueblo búlgaro, el tema principal de su legado literario; esta obra crucial en el desarrollo creativo de Jovkov es la que se publicó en Madrid (Ediciones y Publicaciones Españolas, 1944) en traducción de T. Neikov y Eduardo Zúñiga. Ivan Vazov (1850–1921) es el clásico indiscutible de la literatura búlgara. Cultivó todos los géneros con igual éxito: escribió poesía, la primera novela búlgara, Bajo el yugo (1889–1890), novelas cortas, una cantidad abrumadora de relatos, apuntes de viaje, dramas y comedias que incluso hoy siguen representándose. La traducción al castellano de Bajo el yugo (B., Janés, 1949), realizada por T. Neikov y E. Zúñiga, introduce al lector español en una de las épocas más emocionantes de la historia del pueblo búlgaro, los preparativos de la sublevación contra los otomanos de 1876. El libro tuvo una nueva edición en 1984 (B., Bruguera) y es una de las obras búlgaras más conocidas en España.

Justamente el principio de los 80 marcó un nuevo momento de interés hacia la literatura búlgara en España, que esta vez se centró en la poesía. En cierta medida, la iniciativa partió de las instituciones búlgaras. En 1980 se publicó el libro del poeta revolucionario Nikola Vapcarov (1909–1942) Antología mínima (M., Comité de Cultura de Bulgaria), en traducción de José Martínez Matos y Pedro de Oráa; en 1983, Moradas de insomnio (antología mínima) de Lăčezar Elenkov (1936) en traducción de Ivan Kănchev y adaptación poética de M. Muñoz Hidalgo (M., Unión de Escritores Búlgaros). El autor más emblemático de la literatura búlgara traducido en esta década fue Pejo Javorov (1878–1914): de su pluma salieron algunos de los mejores poemas líricos en lengua búlgara. Pertenecía al círculo literario Pensamiento, que marcó el inicio del movimiento modernista en Bulgaria; se le considera el primer poeta simbolista búlgaro y, sin duda, su segundo libro, Insomnios (1907), inaugura una nueva época en la poesía búlgara. En 1983 la editorial Ayuso (Madrid) publicó una selección de poemas con el título Viento de medianoche, en traducción y con un sentido prólogo de E. Zúñiga.

En los 90 el interés siguió centrado en los poetas y su traducción y edición fue, en general, obra de diversas asociaciones y fundaciones, y no una verdadera apuesta editorial por la poesía búlgara. Entre estas ediciones están: Del más allá de Ljubomir Levčev (1935), en traducción de Kleopatra Filipova (M., Fernando Rielo, 1995); Cuatro poetas búlgaros, con selección y traducción de Rada Panchovska y Francisco J. Úriz (Zaragoza, El Último Parnaso, 1997); En el bosque hay alguien, de Nikolaj Kănčev (1936–2007), traducido por F. J. Úriz y Radan Kănčev (Vitoria–Gasteiz, Bassarai, 1998); Blaga Dimitrova (1922–2003), Avegrafías, en traducción de R. Panchovska y F. J. Úriz (El Último Parnaso, 1998). Una edición bilingüe de obras de Pencŏ Slavejkov (1827–1895), Pejo Javorov (1878–1914), Kiril Hristov (1875-1944), Dimităr Bojadžiev (1880–1911), Nikolaj Liliev (1885–1960), Dimcho Debeljanov (1887–1916), Elin Pelin (1877–1949), Jordan Jovkov (1880–1937) y Svetoslav Minkov (1902–1966) se halla en Hacia la literatura búlgara a través de la traducción (M., Ed. del Orto, 1996), versión y notas de Tania D. Láleva. Los poetas búlgaros más traducidos al castellano en la década de los 90, cuyos nombres se hallan tanto en la prensa como en ediciones especiales, son N. Kănčev, B. Dimitrova, Elisaveta Bagrjana (1893–1991) y Rada Panchovska (1949), que destaca, además, como una de las principales traductoras de poesía búlgara. En la misma época aparecieron en gallego obras de una veintena de poetas búlgaros en la antología de lírica eslava meridional Terra, mar e lume. Poesía de Bosnia–Herzegovina, Bulgaria, Croacia, Eslovenia, Macedonia, Montenegro e Serbia (Pontevedra, Xunta de Galicia, 1996), en traducción indirecta de Ursula Heinze de Lorenzo.

A principios del siglo XXI se advierte cierto movimiento editorial hacia una mejor presentación de la literatura búlgara. En 2001–2002 la revista Corondel (Valencia) publicó un coleccionable (Especial poetas búlgaros), que incluía obras de diez poetas contemporáneos con una introducción de Luis Sánchez. En 2003 Metáfora (Madrid) editó la novela El misterioso caballero del libro sagrado de Anton Dončev (1930), en traducción de T. D. Láleva y Zhivka Baltadzhieva. Un año más tarde Atenea publicó en edición bilingüe un libro de relatos cortos de Bojan Biolčev (1942) titulado El final del ave, edición, introducción y notas de T. D. Láleva y M. Ionova. En 2005 la revista Cuadernos del Matemático ofreció un coleccionable dedicado esta vez sólo a N. Kănčev (La varquela) con introducción de Zh. Baltadzhieva y traducción suya en colaboración con I. Martínez y V. Sánchez. En 2006 la editorial La Poesía, señor hidalgo (Barcelona) publicó un libro verdaderamente representativo de B. Dimitrova titulado Espacios, en edición bilingüe, con traducción y prólogo de Zh. Baltadzhieva. Dimitrova, una de las mejores poetisas en lengua búlgara, es autora de varios libros de poemas –Hasta mañana (1959), Tiempo inverso (1965), Espacios (1980), Diario nocturno (1992)– cargados de preocupaciones filosóficas, políticas y sociales, que también se reflejan en sus novelas. Aunque el libro editado en España lleva el mismo nombre que el poemario de 1980, se trata de una antología nueva, selección personal de la traductora, que consigue dar con sabiduría y corazón una imagen fiel de las distintas fases en la vida creativa de la autora. También ha aparecido en edición bilingüe un conjunto de poemas traducidos por la misma Zh. Baltadzhieva en la revista electrónica El Adelantado de Indiana (2006) y Un silencio radiante: ocho poetas búlgaros contemporáneos, traducción de L. Tabákova y R. Panchovska (Lucena, Juan de Mairena y de Libros, 2010). El interés por las ediciones bilingües demuestra una nueva etapa en la recepción de la literatura búlgara en España. Hay que destacar Poesía (M., Amargord, 2014) del gran poeta Hristo Botev (1848–1876) a cargo de Z. Baltadzhieva.

Una parte de las ediciones bilingües tienen fines claramente académicos, pero además hay una serie de autores búlgaros afincados en España que editan sus obras directamente aquí traducidas o, en la mayoría de los casos, autotraducidas. Es el caso de la conocida poetisa y traductora Zhivka Baltadzhieva (1947), Fuga a lo real (Amargord, 2012), pero sus últimos libros aparecen directamente en español, sin edición en búlgaro. Lo mismo sucede con autoras noveles como Maroussia Atanasova que tras el bilingüe Tocando la eternidad (M., Bohodón, 2007) pasa a escribir directamente en castellano. En 2008 la editorial malagueña Señuelo Libros apuesta por Petranka Kostadinova (1948–2002) con tres volúmenes bilingües en traducción de K. Moneva: El alma del emigrante, Porque te amo y Risas, lágrimas y algo más. Esta tendencia sigue viva y encontramos la edición bilingüe de Valia Ilieva (1974) Como una rosa: poemas, relatos y traducciones (M., Acudebi Asociación Cultural, 2016).

No obstante, lo más destacable en las últimas dos décadas es el interés editorial hacia autores búlgaros de prestigio como Yordán Radíchkov (1929–2004) con Abecedario de pólvora (M., Automática Editorial, 2014) en traducción de V. Leftérova y E. Gil, y El Arca de Noé, en la misma editorial en 2016; Gueorgui Gospodinov (1968) con Una novela natural, traducción de N. Mícheva y J. Rodríguez Tobal (B., Saymon, 2009) y Física de la tristeza, vertida por María Vutova y Andrés Barba (Logroño, Fulgencio Pimentel, 2018); Angel Wagenstein (1922), cuya trilogía El Pentateuco de Isaac (traducción de L. Tabákova), Adiós, Shanghai y Lejos de Toledo (ambas vertidas por V. Nikolov) ha sido editada entre 2008 y 2010 por la barcelonesa Libros del Asteroide. En el 2013 la misma editorial presenta La estratagema de Léa Cohen (1942), de nuevo en traducción de L. Tabákova, gracias a la cual conocemos también a Elena Alexieva (1975),  ¿Quién? (M., Nocturna Ediciones, 2010). Hay una clara preferencia por autores contemporáneos, traducidos poco después de la edición de sus libros en Bulgaria, como es el caso de Georgi Ténev (1969), Casa del Partido, traducción de F. J. Juez (Santa Cruz de Tenerife, Baile del Sol, 2010), de Desislava Tómova (1979), El cronógrafo de Dr. Cohen, por E. Vardeva (M., Sefarad, 2017) o de Vesko Branev (1932), El hombre vigilado (B., Galaxia Gutenberg, 2009), traducción del francés de N. Sobregués.

Los lectores españoles más jóvenes también tienen acceso a obras de la literatura búlgara gracias a ediciones como Cuentos populares búlgaros, traducidos por D. Bogomilova Atanasova (Valladolid, U. de Valladolid, 2002); El tren de Navidad de Ivan Gančev (1925) (M., SM, 1983, con reed. en 1984 y 1986), que cuenta también con una traducción al catalán El tren de Nadal (B., SM, 1983; B., Cruïlla, 1984); El águila valiente, edición bilingüe de Živka Gospodinova Anastasova (Paterna, Ecir, 2007), de la que hay también versión catalana por A. Viñas, L’àguila valenta (misma editorial y año); Lidia y yo ponemos la mesa (Castro Urdiales, Libervox, 2016) de Dimiter Inkiow (1932–2006); y varios libros de Khristo Poshtakov (1944): Industria, luz y magia (M., Bibliópolis, 2006), La transformación (M., Neverland, 2006), La invasión de los grujilos (Neverland, 2010) y El dispositivo de las realidades (Alfa, 2011). La única obra teatral búlgara en España está traducida al catalán por J. Casas y M. Guénova: se trata de El coronel ocell (B., Proa, 2000) de Hristo Boitxev (1950).

 

Bibliografía

Zhivka Baltadzhieva, «El inmortal espíritu humano» en B. Dimitrova, Espacios, Barcelona, La Poesía, señor hidalgo, 2006, 7–27.

Maia Guenova, «Relacions literàries entre Bulgària i Catalunya», Quaderns. Revista de Traducció 15 (2008), 119–126.

Ventsislav Ikoff, Mediación cultural entre Bulgaria y el mundo hispánico: la circulación de las traducciones literarias y sus mediadores (1882–2012), Barcelona, Universitat Pompeu Fabra, 2018 (tesis doctoral).

Ventsislav Ikoff, «An Overview of Bulgarian Literary Translations into Spanish and Catalan (1887–2012)» en T. Seruya & A. Piçta (eds.), Translation in Iberian-Slavonic Cultural Exchange and beyond, Lisboa, CompaRES/CLEPUL, 2015, 63–92 (número monográfico de IberoSlavica).

Diliana Ivanova Kovatcheva, «La traducción al español de literatura búlgara» en R. Muñoz Martín (ed.), I AIETI. Actas del I Congreso Internacional de la Asociación Ibérica de Estudios de Traducción e Interpretación, Granada, AIETI, 579–587.

Tania Dimitrova Láleva, «La literatura búlgara desde el siglo XVIII hasta la actualidad» en F. Presa González (coord.), Historia de las literaturas eslavas, Madrid, Cátedra, 1997, 171–242.

Tania Dimitrova Láleva, Hacia la literatura búlgara a través de la traducción, Madrid, Orto, 1996.

 

Tania Dimitrova Láleva