Inglesa de Canadá, Literatura
La senda de la literatura canadiense de lengua inglesa en traducción española cuenta con figuras de reconocido prestigio. La doble herencia cultural anglófona y francófona, producto de ambas colonizaciones, las condiciones geográficas y el multiculturalismo son factores relevantes que han marcado la mayoría de los textos producidos en este país. La literatura inglesa traducida en España es más numerosa que la francesa y, en los últimos años, el número de traducciones ha aumentado considerablemente. A ellas hay que sumar las realizadas en catalán y esuskera. Mazo de la Roche (1879–1961) fue la primera en traducirse. En Estados Unidos recibió el premio The Atlantic Monthly por Jalna en 1927 y en Europa el éxito resultó enorme. Fue el inicio de una serie de dieciséis novelas de corte sentimental e imaginativo sobre la familia Whiteoak que empezó a difundirse en España al término de la segunda Guerra Mundial. Dichas novelas han sido reeditadas en varias ocasiones. La madrileña editorial La Nave publicó, entre 1944 y 1946, Renny el joven y Jalna, en traducción de Fernando Santos; Crece un hombre, por C. González Verges y F. Higuera Halar; La fortuna de Finch, por José Rodríguez Arias; La construcción de Jalna, La cosecha, El camino de Wakefield y El señor de Jalna, por Matilde Rafael, y Amando Lázaro Ros tradujo el conjunto de Las novelas de Jalna (M., Aguilar, 1961–1962). En 1945, se publicó la novela infantil En su propia casa (La Nave; trad. de Juan Antonio Antequera).
Otro de los autores traducidos en los comienzos del franquismo es Stephen Leacock (1869–1944), inglés de nacimiento, conocido por sus relatos breves y satíricos. Su obra más célebre, Sunshine Sketches of a Little Town (1912), se publicó en castellano como Arcádicas aventuras con el rico vago, en traducción de Senen Talarn (B., Victoria, 1946). En 2008, la zaragozana 451 Editores lanzó de nuevo la obra como Aventuras del señorito en su Arcadia (traducida por Tamara Gil). Un año antes había apostado por Un verano en mariposa, obra de la misma traductora. Estima la crítica actual que tanto la fuerza humorística como la caracterización de personajes de Leacock son comparables a autores de la talla de C. Dickens o M. Twain. Asimismo, en los años 40 La Nave sacó a la luz dos novelas de Hugh MacLennan (1907–1990): Dos soledades en 1947 (versión de F. de Diego) y Resbaló en 1949 (traducción de Virginia Martínez Costa de Abaria).
Es sabido que la censura fue la causante de que muchas obras extranjeras no llegasen a España o que fuese muy difícil dar con ellas. J. M. Caballero Bonald ha reconocido que durante su juventud echó de menos muchos textos del momento; entre ellos, los de Leonard Cohen (1934–2016), sin duda una de las grandes personalidades de la poesía y la música canadiense. Posiblemente aquí fue conocido antes por su faceta musical, pues la primera edición que consta de sus poemas es de 1972. Jorge Ferrer Vidal seleccionó y tradujo Poemas escogidos (B., Plaza & Janés), que volvió a editarse en 1974, la misma fecha en que se publicó su novela El juego favorito, en versión de Blanca Tera y Susan Hendry (M., Fundamentos) y en 2009 salió la versión de Agustín Pico (B., Edhasa). Los hermosos vencidos vio la luz en la traducción de Javier Sáinz (B., Ediciones B) en 1983. En 2011, Laura Wittner realiza otra traducción de la obra titulada Hermosos perdedores (Edhasa). Ya en plena transición, la editorial Júcar (Madrid) dio al público las letras de poetas y cantautores del panorama internacional en una colección denominada «Los juglares».
En la actualidad las ediciones de los poemarios de Cohen traducidos al castellano son numerosas: pueden citarse las versiones realizadas por Alberto Manzano de La caja de las especias de la tierra y Comparemos Mitología (ambas en M., Alberto Corazón, 1979), Salmos (M., Fundamentos, 1986), El libro del anhelo (B., Lumen, 2006) y El libro de la misericordia, A mil besos de profundidad. Canciones y poemas (1956–1978) y A mil besos de profundidad. Canciones y poemas (1979–2006), las tres en Visor, en 2011; las de Antonio Resines en Visor de Flores para Hitler (1981), Memorias de un mujeriego (1982), La energía de los esclavos (1988) y Parásitos del Paraíso (2011). Manzano se ha encargado asimismo de su obra póstuma: La llama (B., Salamandra, 2018). En catalán existe la traducción de Mercè Costa de Bells perdedors (B., Angle, 2002).
De Lucy Maud Montgomery (1874–1942) merece la pena señalar su primera novela, Ana de las tejas verdes, que llegó a España en forma de serie de televisión difundida a partir de diciembre de 1988. El éxito obtenido hizo que se tradujese gran parte de su obra. Durante la década de los 90 fueron muchas las ediciones españolas de sus novelas y han continuado hasta nuestros días: Canción nocturna y Comienza el viaje aparecieron en 1993, traducidas por Lorenzo F. Díaz Buendía (M., A–Z). Para la misma editorial Cristina Macías tradujo Cuarentena en casa de Alexander Abraham (1993) y José M.ª Méndez Balea, en 1993, La niña de los cuentos se gana su nombre y La materialización de Duncan. En 1997 llegaron El valle del arco iris, Emily, la de luna nueva, Emily, lejos de casa, Emily triunfa, todas obra de Diana Trujillo (Salamandra) y Rilla, la de Ingleside (B., Círculo de Lectores; trad. de Constanza Fantín). Por otra parte, Ana, la de las tejas verdes, Ana, la de Avonlea y Ana, la de la Isla se publicaron en 2001 (Salamandra) en la traducción de José García Díaz, quien años antes tradujo también para Salamandra Ana, la de los álamos ventosos (1995) y Ana y la casa de sus sueños (1996). Entre 2013 y 2016, Elena Casares realiza las traducciones de las novelas de Ana para la colección ilustrada «Juvenil de Bestsellers» (Córdoba, Toromítico). En catalán se encuentran Anna la de teules verdes, versión de Carmen Arenas y Anna, la d’Avonlea por Carme Gala, ambas publicadas por Salamandra en 1995.
En los años 60 y 70, la cultura estadounidense prevaleció sobre la canadiense, lo cual produjo una reacción de ruptura y un intento de encontrar una identidad propia. En este panorama surgieron un conjunto de escritoras que reivindicaron una literatura diferente: Margaret Laurence (1926–1987), Alice Munro (1931–2024) y Margaret Atwood (1939). M. Laurence, feminista convencida, ha alcanzado gran renombre en España a partir de una de sus novelas de la serie Manawaka, A Jest of God, trasladada al castellano como Raquel, Raquel por Agustín Gil (B., Grijalbo, 1969) y luego como Una burla de Dios por Martha Moia (B., El Aleph, 1994). Esta editorial ha publicado otras novelas de la autora, entre ellas Los habitantes del fuego, por Silvia Komet (1993); El ángel de piedra –su obra más apreciada y difundida–, por Ángela Pérez Gómez (1994), y El parque del desasosiego, por Hernán Sabaté (1995). La colección de relatos Un pájaro en la casa fue traducida por Marco A. Galmarini (1994).
Munro está considerada una de las mejores autoras de relato corto a nivel internacional. Fue galardonada con el Premio Nobel de Literatura en 2013 y comenzó su andadura en castellano con los relatos traducidos por Esperanza Pérez, Las lunas de Júpiter (B., Versal, 1990) y Amistad de juventud (B., RBA, 1991). Siguieron las versiones de Flora Casas de El progreso del amor (1991) y Secretos abiertos (1996), publicadas ambas por Debate (Barcelona); esta misma obra volvió a publicarse en 2008 por RBA con el título Secretos a voces. Otras traducciones son las de Javier Alfaya Bula, José Hamad y Javier Alfaya McShane de El amor de una mujer generosa (M., Siglo XXI, 2002); la de Jaime Zulaika de Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio (RBA, 2003); la de Carmen Aguilar de Escapada (2005) y la de Isabel Ferrer y Carlos Milla de La vista desde Castle Rock (2008), publicadas por RBA. Entre 2010 y 2014 Lumen editó Demasiada felicidad, en la traducción de Flora Casas; La vida de las mujeres, por Aurora Echevarría; Mi vida querida, por Eugenia Vázquez–Nacarino, y Todo queda en casa, por Marcelo Cohen. Amistad de juventud volvió a aparecer en 2010 en la versión de Esperanza Pérez (B., Debolsillo). Dolors Udina tradujo al catalán para Club Editor (Barcelona), Massa felicitat (2010), Odi, amistat, festeig, amor, matrimoni (2011) y Dansa de les ombres felices (2014). Al euskera se ha vertido Zorion handiegia (Donostia, Meettok, 2010), por Nagore Tolosa, y Etsaiak, lagunak, ezkongaiak, maitaleak, senar-emazteak (Donostia, Erein, 2018), por Isabel Etxeberria.
Mención especial merece M. Atwood, poeta, crítica, novelista, feminista y activista política, figura crucial en la narrativa actual y ganadora del premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2008. Las versiones españolas de sus obras son muy numerosas. El cuento de la criada llegó al lector en 1987 de la mano de Elsa Mateo (B., Seix Barral). A partir de 1990, y hasta el presente, el flujo de traducciones de Atwood ha sido continuo. Pueden mencionarse las novelas Ojo de gato y La novia ladrona, por Jordi L. Mustieles (ambas en B., Ediciones B, 1990 y 1996); Resurgir, por Ana Poljak (El Aleph, 1994); Doña Oráculo, por Sofía Noguera (El Aleph, 1996); Alias Grace, por M.ª Antonia Menini (Ediciones B, 1998); El asesino ciego, por Dolors Udina (Ediciones B, 2001); Oryx y Crake y La mujer comestible, por Juanjo Estrella (Ediciones B, 2004 y 2003); Penélope y las doce criadas, por Gemma Rovira (Salamandra, 2005); El año del diluvio, por Javier Guerrero (B., Bruguera, 2010); Nada se acaba y La semilla de la bruja (Lumen, 2015 y 2018), por Miguel Temprano; Por último, el corazón, por Laura Fernández (Salamandra Digital, 2016) y Los testamentos (Salamandra, 2019) por Eugenia Vázquez Nacarino. Con esta última obra, Atwood ha sido galardonada con el Premio Booker 2019. De las colecciones de relatos, destacaremos El huevo de Barba Azul, por Eduardo G. Murillo (B., Ediciones Martínez Roca, 1990); Asesinato en la oscuridad, por Isabel Carrera (Oviedo, KRK, 1999); Desorden moral, por Francisco Rodríguez de Lecea (Bruguera, 2007); Un día es un día, por Alejandro Palomas, Víctor Pozanco y E. G. Murillo (Lumen, 2013); Érase una vez, por Toni Hill (Lumen, 2007), y el cuento para niños con ilustraciones de la propia autora Arriba en el árbol, por Miguel Azaola (B., Ekaré, 2008).
De sus poemarios, nos han llegado Los diarios de Susanna Moodie, por Álvaro García y otros (Valencia, Pre–Textos, 1991); Luna nueva, por Luis Marigómez (B., Icaria), y las traducciones de Pilar Somacarrera Juegos de poder (Power Politics) (M., Hiperión, 2000), La puerta (2009) e Historias reales (2010) las dos en Bruguera. Al catalán se han vertido Ull de gat, por Roser Berdagué (B., L’Eixample, 1990); L’assassí cec, por Albert Subirats y Mercè López (B., Proa, 2001); L’ any del diluvi, por Marta Pera i Cucurell (Bromera, 2010); L’Anna vol tenir un animalet, por Judit Valentines i Vilaplana (B., Cruïlla, 2008), y El conte de la serventa, por Xavier Pàmies (B., Quaderns Crema, 2018). En gallego se publicó Oryx e Crake, traducido por Estela Villar (Vigo, Rinoceronte, 2018). De sus ensayos, destacan La maldición de Eva, por Montserrat Roca (Lumen, 2006) y Pagar con la misma moneda, por Ana María Becciu (Bruguera, 2011). Como novedad, en 2018, Magdalena T. Palmer traduce la novela gráfica Angel Catbird (M., Sexto Piso), publicada conjuntamente con Johnnie Christmas y Tamra Bonvillain.
Fue, pues, en la década de los 90 cuando la literatura canadiense cobró auge en España. Autores galardonados en su país cruzaron el Atlántico y fueron traducidos. Tal es el caso de Mavis Gallant (1922–2014) con Elevado en un globo: doce historias de París, versión de Cristóbal Pera (B., Sirmio, 1990), En tránsito, obra de Nuria Lago (Sirmio, 1992), el diario Los sucesos de mayo: París, 1968, por P. Álvarez Vázquez (B., Alba, 2008), Los cuentos, por Sergio Lledó (Lumen, 2009), y Agua verde, cielo verde, por Miguel Ros (M., Impedimenta, 2018). Prueba del multiculturalismo existente en Canadá son autores como Michael Ondaatje, cingalés de nacimiento y muy conocido en España por el éxito de la película basada en The English Patient (1992): la primera traducción fue la de Carlos Manzano (B., Plaza & Janés, 1995). Aparte de la célebre novela, pueden encontrarse otras como Cosas de familia, traducida por Isabel Ferrer (B., Destino, 1998); El blues de Buddy Bolden, por I. Ferrer y Daniel Najmías (Destino, 1999); En una piel de león, por Manuel Sáenz de Heredia (Destino, 1999); El fantasma de Anil, por I. Ferrer (Destino, 2001); Las obras completas de Billy el Niño, por Catalina Martínez Muñoz (M., Punto de Lectura, 2008); Divisadero (2008) y El viaje de Mina (2012), ambas por José L. López Muñoz (M., Alfaguara), y el poemario Escrito a mano (Handwriting), por Justo Navarro (Hiperión, 2001). En catalán pueden leerse El fantasma d’Anil, obra de Melcion Mateu (Destino, 2002) y Divisadero, de Silvia Pons (Alfaguara, 2008).
Del escritor de origen judío Mordecai Richler (1931–2001) se han traducido las novelas El jinete de San Urbano, por Manuel Bartolomé (Grijalbo, 1975); Solomon Gursky estuvo aquí, por José M. Álvarez Flórez (Destino, 1992); La versión de Barney, por Miguel Martínez–Lage (B., Mondadori, 2000), y Jabobo Dos–Dos en alta mar y Jacobo Dos–Dos y Colmillo Encapuchado (B., Almadraba, 2010), las dos por Susana Andrés. En catalán se encuentran En Jacobo Dos–Dos–Dos a alta mar y En Jacobo Dos–Dos i l’ Ullal Encaputxat, por Carme Pratdesaba (B., Castellnou, 2010), y El cas d’ en Barney Panofsky, por Xavier Pàmies (Quaderns Crema, 2013).
Figuras también notables de la narrativa canadiense actual son Robertson Davies y Douglas Coupland. De Davies la crítica ha apuntado que sus personajes son fruto de un profundo conocimiento de la naturaleza humana. En 1996 se publicaron dos de sus libros de la inacabada Trilogía de Toronto: Asesinato y ánimas en pena y Un hombre astuto, traducidos ambos por José L. Fernández Villanueva (Destino). La editorial Asteroide (Barcelona) ha publicado gran parte de sus novelas: El quinto en discordia (2006; trad. de Eva Feuerstein), Mantícora (2006; trad. de M. Martínez–Lage), El mundo de los prodigios (2007; por el mismo traductor) y en 2008, de nuevo, las tres últimas obras citadas que componen la Trilogía de Deptford (con las versiones ya editadas). La Trilogía de Cornish se publica en 2008: Ángeles rebeldes, Lo que arraiga en el hueso y La lira de Orfeo, traducidas por Concha Cardeñoso. A merced de la tempestad (2011), Levadura de malicia (2011) y Una mezcla de flaquezas (2012), de la Trilogía de Salterton son vertidas por la misma traductora, así como también el volumen Espíritu festivo. Cuentos de fantasmas (Asteroide, 2013). En catalán existe la versión de El cinquè en joc (Asteroide, 2007) por Carles Miró, quien también ha vertido, junto con Ferrán Rafols, La Trilogia de Deptford (B., Empúries, 2009).
Douglas Coupland es el escritor de ficción y dramaturgo que representa la cultura popular y los medios de comunicación que imperan en nuestra sociedad. Generación X, la novela con la que debutó y que lo lanzó a la fama, fue traducida al castellano por Mariano Antolín Rato (B., Círculo de Lectores, 1994). A partir de ahí, Ediciones B sacó a la luz El planeta Champú (1994), La vida después de Dios (1995), las dos por M. Antolín, Microsiervos (1996), por Carmen Franci y Juan G. López–Guix, Polaroids (1999), por López–Guix y La segunda oportunidad, por Daniel Aguirre (2001). También se han traducido Todas las familias son psicóticas, por Bianca May Southwood (B., Destino, 2002); JPod, por Raquel Herrera (B., Quinteto, 2006); El ladrón de chicles, por Bruno Menéndez Rodríguez (El Aleph, 2008), y Generación A, por Facundo Piperno (El Aleph, 2011). En catalán figura Totes les famílies són psicòtiques (Destino, 2002; trad. de Jordi Giménez).
Los relatos cortos y cuentos encuentran sus exponentes en Leon Rooke, autor muy alejado del realismo, del que se ha vertido al castellano El perro de Shakespeare (B., Laia, 1985; trad. de Helena Valentí). No son pocos los autores que han sido traducidos tanto al castellano como al catalán. Pueden mencionarse a Bonnie Burnard (1945–2017) con Una buena casa (El Aleph, 2001; versión de Pablo Álvarez Ellacuría) y Una bona casa (B., Edicions 62, 2001; trad. de Pep Julià y Rubén Pujol); Barbara Gowdy (1950) con El tesoro blanco (M., Maeva, 2001; trad. de Alejandro Pareja) y El tresor blanc (B., Columna, 2000; versión de Joan Solé), o la más conocida Carold Shields (1935–2003), con títulos como La memoria de las piedras (Círculo de Lectores, 1996; trad. de J. Fibla) y La memòria de les pedres (Edicions 62, 1996; trad. de Víctor Compta, que cuenta con una edición en braille de M., Once, 1996), El secreto de Mary Swann (Tusquets, 1997; trad. de J. Fibla), El mundo de Larry (B., Tusquets, 1999; versión de J. Fibla) y El sopar d’en Larry (Edicions 62, 1999; trad. de Xavier Pàmies), Dejarlo todo (Tusquets, 2003; trad. de J. Fibla) y Deixar–ho tot (B., La Magrana, 2003; versión de Anna Turró). También nos ha llegado la biografía Jane Austen (Mondadori, 2002, trad. de Cruz Rodríguez). De Marian Engel (1933–1985), Magdalena Palmer tradujo Oso (Impedimenta, 2015).
Bibliografía
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María Antonia Mezquita Fernández