Nicolás Fernández de Rebolleda: «Advertencia del traductor»
François de Salignac de La Mothe Fénelon: Las aventuras de Telémaco, hijo de Ulyses, Madrid, Mateo Repullés, 1803, I, III–IV.
[III] No me propuse traducir el Telémaco servilmente, sino hacerle castellano en cuanto me fuese posible, y que al leer la traducción no se conociese que tiene original en otro idioma; pero queriendo ceñirme en mis primeros ensayos a observar exactamente el orden y el número de pensamientos, expresiones y voces, no pude conseguirlo. Se percibía demasiado en ellos que eran traducción del francés, y resolví tomarme toda la libertad que me parece puede y debe tomarse un traductor en obras de esta clase, en las cuales entiendo ser obligación en las que en otras pudiera mirarse como abuse reprehensible. No me he detenido por lo mismo en añadir una u otra cláusula, una u otra expresión, una u otra palabra, ni en suprimir varias; [IV] cuidando siempre en cuanto he podido de que nada falta de lo que Fénelon quiso y supo decir, y de haber bien perceptibles sus pensamientos. Por esto no he tenido reparo en que en algunos ejemplares se imprima el texto francés al frente, persuadido, no sé si con razón, a que serán puramente materiales las diferencias que se noten, y convenientes unas para aclarar las ideas, y otras para la fluidez y hermosura de la lengua castellana.