Valera 1898

Juan Valera: «“El niño de la bola” y “Curro Vargas”»

«Carta al director de La Ilustración Española y Americana» en La Ilustración Española y Americana XLII, n.º 47 (22 de diciembre de 1898), 364–365.

 

[364] Empezaré por poner un caso que presumo ha de ser frecuente. Supongamos que un autor dramático toma una comedia francesa o de otro cualquier país; la traduce con gran libertad, cambiando no poco para disimular que la traduce; traslada a los personajes de Francia o de Alemania a España, los quita el nombre extranjero que llevan y los confirma apellidándolos Fernández, González o Pérez. No he de negar yo que esto llegue a hacerse tan bien que quien lo haga enriquezca nuestro teatro con una nueva joya; pero, en la mayoría de los casos, tendremos que convenir en que el traductor, adaptador o arreglador del drama extranjero incurre en varias faltas que tienen apariencia y tal vez ser real de delitos. Hurtan al autor extranjero, privándole de los derechos que, como tal autor, el traductor debe pagarle; bastardean acaso nuestra literatura, introduciendo en ella mil galicismos o barbarismos, ya que no de palabras y de frases, de pensamientos, y luchan con ventaja, y valiéndose de armas que debieran estar prohibidas, con otros autores que se afanan por escribir y sin duda escriben obras verdaderamente originales.

En mi sentir, pues, el autor dramático que traduce, arregla o desarregla y disfraza las producciones de otro, es merecedor de grave censura y debe ser tildado de plagiario.