Juan de Jáuregui: «A Don Fernando Enriqvez de Ribera» en Aminta de Torcvato Tasso. Traduzido de Italiano en Castellano, por don Iuan de Iauregui (Roma, Esteban Paulino, 1607)
[a2v] Escriviola el Tasso despues del mui culto i doctissimo poema de la Hierusalen; y assi, sobre su grã hermosura i gracia, descubre en las ocasiones una Eroica, i profunda grãdeza, siẽdo en todo mui corregida, i regulada con el arte. Yo quisiera, en mi traslacion, no haverla tratado mal, por no ofender a su autor, de quien soi por estremo aficionado; mas no sé si me lo consiente la gran dificultad del interpretar, trabajo de que salen casi todos desgraciadamente: i en estos pocos versos, fuera de las comunes prolixidades, è tenido otra mayor: que, como es el coloquio pastoril, consiente muchas frases vulgares, i modos de decir umildes, i estos, en Italiano suelen ser tan diferentes de los nuestros, que parece cosa imposible transferirlos a nuestro idioma o propria locucion. Tiene tambien el toscano algunas particulas que entremete a la oracion, las cuales dan cierto aire al dezir, i en Castellano no ai manera que les corresponda. Sin esto, nuestra poesia [a3r] huye de muchos vocablos por umildes, que en la Italiana se usan por elegantes. Propongo algunas dificultades, para certificar tras ellas a V. E. que à sido trabajada esta pequeña obra no con poca diligencia, procurando ablandar sus asperezas de manera, que no muestre la version aver sacado de sus quicios el lenguaje Castellano. Y aun que muchas veces se declaren los concetos por diferentes palabras y modo, que no por esso pierdan de su gracia o gravedad, ni del verdadero sentido. Bien creo que algunos se agradaràn poco de los versos libres i desiguales, i sè que hay orejas que, si no siẽten a ciertas distancias el porrazo del consonãte, pierden la paciencia, i quèda el letor con desabrido paladar, como si en aquello consistiesse toda la sustancia de la poesia. Mas a estos gustos satisfará algo el coro, que habla en versos ligados, i de los libres es menester saber que no van tan a caso como parece, por que al usarlos largos, o cortos, se guarda también su cierta disposicion y decoro. Suplico a V. E. admita por suyo este breve escrito, èl es de mui poco valor para ofrecerse a V. E.; mas si los grandes Principes no [a3v] recibiessen menores dones de los que competen a su grandeza, què seria de los que no pueden tanto? […] De Roma i julio 15 de 1607.