Pedro Estala: «Advertencia del traductor»
Cuentos morales de Mr. Marmontel. Traducidos por D. P. E., Valencia, José Ferrer de Orga, 1813, 1–4 sin numerar.
Los cuentos morales de Marmontel tienen tan bien acreditado su mérito, que no hay necesidad de que me detenga aquí en su elogio. Al artificio sencillo pero ingenioso de la ficción añaden la pintura más exacta del corazón humano, la filosofía más pura, los caracteres más verdaderos y variados, juntamente con lo que se llama el buen tono de la sociedad. [2] Pero como el que reinaba a la sazón en París estaba corrompido por el falso esprit, esto es, por una afectación fastidiosa de conceptos alambicados, de refinamiento en los afectos, de abstracciones metafísicas en las pasiones, su estilo se resiente mucho de estos vicios. Por esta causa, no costándome ningún desvelo el traducir su lenguaje en buen castellano, porque nuestra lengua es mucho más rica que la francesa en las galas pertenecientes a este género de escritos, lo único que me ha molestado ha sido la versión de su estilo afectado al natural y sencillo. Creo haber conseguido que las ideas del autor [3] se hayan conservado en todo su vigor, sin que fastidien con la sequedad de sus abstracciones, ni se corrompo el buen uso con un ejemplo tan contagioso. Sería muy prolijo el poner ejemplos de estas afectaciones, que he procurado evitar en la traducción: los que cotejen con ella el original quedarán convencidos de la razón con que se ha alterado, omitido o desfigurado lo vicioso de su estilo. Solo tengo que advertir, por último, que he dado principio por algunos de los cuentos que faltan en la mayor parte de las ediciones del original, a fin de que aun los que los tengan en francés, [4] logren no solo la ventaja de poderlos leer en nuestra lengua, sino que hagan una adquisición enteramente nueva, comprando este tomito. Si el público manifestase que hace algún aprecio de mi trabajo, traduciré sucesivamente los demás cuentos hasta dar la colección completa de todos los de Marmontel.