Alonso de Madrigal: [Selección de pensamientos], ca. 1450-1451
Comento o Exposición de Eusebio De las crónicas o tiẽpos interp̃tado en vulgar, Salamanca, Hans Gysser, 1506, I, ff. VI–XXVI.
Fuente: Julio-César Santoyo, Sobre la traducción: textos clásicos y medievales, León, Universidad de León, 2011, 391–401.
[391] * Esta costumbre [de traducir] es muy antigua y es solamente en los latinos, ca los griegos no interpretaban de otra lengua en la suya. Y la razón fue porque todos los comienzos de saberes, según que a nuestro conocimiento pudo venir, fueron en los griegos, y especialmente cuanto a la elocuencia, y los latinos fueron muy postrimeros. Y por ende de los griegos tuvieron ellos comienzo, por lo cual tuvieron ellos causa y necesidad de interpretar de lo griego. Y puesto que entre los latinos después hubiese algunas obras que no fuesen entre los griegos, o fuesen mejores esas mismas obras entre los latinos que griegos, según dice Tulio en el prólogo de las Tusculanas, no quisieron los griegos de latín en griego trasladar pensando en esto se abajar a hacer injuria a su excelencia, de la cual siempre los latinos fueron usados de tomar.
* Entre los judíos no eran estas interpretaciones. Ca ellos, siendo gente apartada de todas las naciones de la tierra por la especial manera de [392] vivir y servir a Dios que tenían, no trasladaban libros de doctrina de los gentiles por no recibir ende alguna cosa que a idolatría les moviesen. […] Y por guardar esto éranles sospechosos todos los libros de los gentiles y no los trasladaban, ni aprendían el saber de ellos.
* Para hacer alguna interpretación son dos cosas a lo menos necesarias. La primera es entendimiento de la verdad de la sentencia de aquella cosa que interpreta. Lo segundo, perfecto conocimiento de aquellas dos lenguas de quien y en quien traslada. Por lo primero, aunque alguno sepa cumplidamente la lengua griega y castellana, no podrá interpretar los libros de Aristóteles en lengua castellana si no fuere grande filósofo natural, teniente perfecto conocimiento de la sentencia de los libros de Aristóteles. Y esta es la razón porque muchas traslaciones hechas de latín en vulgar castellano valen poco: porque los trasladadores, sabiendo ambas lenguas, confiaran con esto sólo abastar a entera traslación y, como no hubiesen perfecta noticia del linaje del saber de aquella cosa que trasladaban, fueron sus interpretaciones muy fallecidas y de poco provecho.
* No puede alguno trasladar si no tiene saber de elocuencia, aunque tenga conocimiento de la verdad de aquella cosa que interpreta. Ca es necesario que, allende del conocimiento de la verdad de la cosa, tenga cumplimiento de ambas las lenguas cuanto a la propiedad de los vocablos y cuanto a la condición de la habla.
* Esto se llama propiamente interpretar: cuando de una lengua volvemos la palabra en otra. Ca si dentro de un linaje esto hacemos, o lengua, llámase transcribir o trasladar, lo cual no es de algún loor, ca es obra de escribanos. Y esto es cuando ponemos palabra por palabra, no mudando ni añadiendo cosa alguna; mas si añadimos o mudamos, ya no es traslación, mas glosa o nueva adición.
* Dificultad es de cualquier lengua en otra interpretar. […] Empero, muy mayor [dificultad] es interpretar libros de verso en verso. Ca si el verso se tornare en prosa, no será mayor trabajo interpretar libro de prosa que de verso. Mas si en verso se torna, queda grande trabajo. […] Y la razón es porque los versos tienen cierta cantidad de sílabas, o siquiera de pies, allende de los cuales no se pueden los versos extender, ni aquende se pueden acortar. En la prosa no hay medida alguna determinada, por lo cual, aunque más larga o más breve sea la escritura interpretada que la original, no es [393] por eso vicio noble. Y por ende, si con pocos vocablos no se puede abastar la sentencia de la original escritura en la traslación, cúmplese con algunos pocos, mas en el verso no se puede hacer. Ca todos los versos consisten en cierta medida de sílabas o pies, y añadiendo o quitando algo no queda verso, o será otro linaje de verso, por lo cual es necesario de buscar tantas sílabas en el lenguaje en que trasladamos como en el original, o siquiera vocablos que hagan tantos pies, aunque no sean iguales sílabas.
* Tulio en sus obras ponía mucha hermosura, lo cual en las que interpretaba hacer no podía: y la razón es porque en lo suyo concibe cada uno cómo quiere apartarse de lo que bien no le viene; en lo ajeno no hace lo que quiere, mas sigue el ajeno querer y escribir y concebir. Pues aunque la interpretación sea de muy menor apostura que las principales obras del interpretador, no es cosa de maravillar ni de redargüir o acusar.
* No avenir al interpretador alguna dureza es grande dificultad, porque muy pocas veces esto acontece, y es casi maravilla alguna vez [no] acontecer. Y la razón es porque tanta es la diversidad de lengua a lengua, y en tantas cosas, que es casi [imposible] en cada lugar no avenir dureza al interpretador queriendo guardar la apostura. Y apenas aviene: quiere decir, pocas veces o nunca. Y la razón es ya dicha: aquel que ha de seguir las lenguas ajenas. Esto es en los interpretadores, los cuales siguen lenguas ajenas, ca no escriben lo suyo, mas trasladan lo ajeno.
* El que interpreta no sigue ni tiene su lengua o manera de hablar, mas sigue la ajena manera de hablar: la cual de la suya es diversa.
* En esto consiste la interpretación: tornar de un lenguaje en otro, y seguimos en la interpretación las ajenas lenguas; porque dejada la condición y propiedad de la nuestra natural o usada lengua, trabajamos de nos conformar a aquella de la cual trasladamos, siguiendo su condición.
* Todos los que de una lengua en otra interpretan desean apuesto escribir lo que trasladaren según condición de la lengua en que escriben, guardando toda la hermosura de la original lengua, porque no parezca menos digno el traslado que el original.
* No sólo requiere la interpretación exprimir cumplidamente la sentencia de la escritura que interpretamos, porque esto hacer se podía, aunque más palabras hubiese o por otra manera dichas; mas requiere quedar la [394] apostura de la original escritura en la traslación, y esto no se puede hacer por las muchas dificultades ocurrientes.
* Necesario es en las interpretaciones haber algunos defectos.
* Esto se requiere en la traslación, si hacer se puede: que no sólo quede hermosura en la traslación, mas aun aquélla o tanta cuanta era en la lengua original. Y cuando no queda tanta, es defecto en la traslación. Y este defecto no pueden desviar aun los esclarecidos varones, como suso fue probado de Tulio.
* Otro defecto allende el suso puesto […] es que no se ponen tantas palabras solamente en la traslación cuantas son en el original lenguaje y escritura, y la causa es porque no hay tales ni tantos vocablos en un lenguaje como en otro.
* En cada una lengua son algunos vocablos significantes de algunas cosas y en otras lenguas no hallamos vocablos por aquellas cosas. Y por ende hemos de usar de supleción o circunlocución, poniendo muchos vocablos en lugar de uno para una cosa significar a la cual un solo vocablo había de responder. Y esta diferencia parece entre el latín y la vulgar lengua, ca muchos vocablos hay en latín significantes algunas cosas, para las cuales cosas no hay vocablos en el vulgar.
* No hay cosa que sea significada por vocablos de un lenguaje que no pueda ser significada por vocablos de otra lengua. Mas la diferencia es que un lenguaje para una cosa ha un vocablo, mas pónense muchos vocablos por uno. Y así no igualan los vocablos de un lenguaje a los vocablos de otro.
* Para ser buena la traslación es necesario que sea verdadera y cumplida. Y por ende cuanto significa el vocablo en la lengua original tanto se ha de exprimir en la traslación; y si todo aquello no abasta un solo vocablo, hanse de poner muchos.
* El traslado ha de ser igual en largura del original, y esto debe el interpretador siempre guardar en tanto que guardarse puede; y cuando no puede, es defecto de la traslación, mas no aviene por error del intérprete y no le deben de ello acusar.
[395] En la traslación de prosa no se guarda cantidad o cuenta de sílabas de pies, ca solos los versos corren por pies, y las prosas no tienen pies. Otrosí no tiene la prosa cuenta alguna de sílabas, mas cuantas al autor poner pluguiere, o cuantas poner aconteciere. Y así como el principal autor en su original lengua no es estreñido poner determinada cuenta o cantidad de sílabas, otrosí no es obligado a lo hacer el interpretador.
* Esta diferencia hay entre la interpretación y glosa y comento: glosa llamamos cuando una cosa declaramos por más luengas palabras y otramente dichas. Interpretación es cuando [añadimos] palabra[s] sin hacer alguna declaración. Ca cuando ponemos tres o muchas palabras por una, parece ser glosa o declaración, y no texto interpretado. Ca así como una cosa ha de responder a una palabra, debe responder una palabra de interpretación a otra de la original lengua para que ambas escrituras parezcan textos.
* Algunos defectos son tolerables, otros no. Ser la traslación falsa, no guardada la verdad de la sentencia del original, no es tolerable, no se puede por alguna legítima causa excusar. Otrosí, no ser cumplida, dejando algo de la sentencia del original, no es de sufrir, ca hace no ser traslación, mas manera de flores sacadas de la obra, y no obra trasladada o interpretada.
* Defecto se dice cuando queda la sustancia de la causa y hace [el traductor] alguna cosa de accidental perfección: y así es cuando no se guarda tanta hermosura en la traslación como en el original escrito. O cuando se ponen muchos vocablos por uno: ca todos es fallecimiento de hermosura.
* Error se dice cuando no es aquella cosa que se busca. Y esto es cuando quier que fallece algo de la substancia de la cosa. Ca cualquier cosa de lo substancial faltando, no queda algo de la naturaleza de la cosa y así no es aquella cosa que demandamos, así como en lugar de piedra poniendo árbol, ca no son de una substancia o naturaleza. Esto aviene no siendo verdadera la traslación, o no siendo cumplida. Ca falta lo substancial de la traslación, lo cual es la sentencia puesta en un lenguaje pasarla en otro, pues no se llama esto defecto mas error.
* No es en poder del interpretador, cuanto quier letrado que sea, la traslación ser bien sonante en la lengua en que la hace y guardar toda la hermosura de la lengua original. Ca como dos lenguas sean de diversas [396] condiciones, lo que en una es apuesto no suena bien en la otra. Y porque para quedar la condición de traslación debe el traslado seguir la propiedad del original cuanto pudiere, es necesario que algún defecto de hermosura sea en la traslación.
* En una lengua ha vocablos que no son en otra y allí es necesario poner muchos en lugar de uno, como dicho es. Y estos tales defectos, porque no se pueden estorcer, aun por los muy letrados súfrense y no son dignos de reprehensión.
* El vulgar no es artificioso lenguaje: y por esto será mayor diversidad y desemejanza entre la traslación hecha de latín o griego en vulgar que de la interpretación hecha de griego en latín: y es por ende dificultad interpretar de latín en vulgar queriendo guardar la condición de la interpretación la cual es seguir la propiedad del original lenguaje que interpretar de griego en latín. Ca el vulgar pocas figuras sufre y pocos colores de habla recibe.
* Otra dificultad en la traslación […] es la condición propria de la habla de cada lengua, por la cual no puede concordar el traslado con el original. Y esta es la mayor dificultad: ca lo que en un lenguaje bien suena en otro mal suena: y si quisiéremos temprarlo mudando algunas palabras de su orden, o tirando o añadiendo porque suenen agradable, no será semejante el traslado al original y cesaremos de ser interpretadores. Si por seguir la condición de la interpretación escribiremos como está en el original sonará mal y no habrá alguna hermosura en el propio lenguaje.
* Lo que en latín bien suena en nuestro vulgar es áspero. Y esto parece otrosí en diversos lenguajes vulgares, ca mucho son apartados en los modos. Y algunos hablan mucho por infiniciones y otros por verbos finitos. Y en un lenguaje es alguna oración donosa, y tornada en otro lenguaje según aquella misma sentencia es frialdad o desdón.
* Si palabra por palabra trasladare, […] cuando en lugar de una palabra ponemos otra sola, y cuando guardamos todo el tenor de la escritura no mudando palabra alguna de su lugar mas teniendo toda la orden de la escritura, sonará mal. En el lenguaje original bien sonaba, mas en la interpretación mal suena por la diversidad de la propiedad de los lenguajes.
[397] * Aunque todo lo que se significa en el latín se significa en el vulgar, en este caso no se significa por una manera. Ca no significan derechamente las palabras del vulgar lo que está en latín, mas por circunloquio o supleción lo significan. Y esta es una figura que se llama perífrasis. Y si alguno en esta manera trasladar quisiese, haciendo supleción en toda la traslación, aunque pone la sentencia toda de la escritura original, no se llamaría interpretación o traslación, o sería otra obra nueva o edición por sí. Y hacer este mudamiento de palabras parece algunas veces ser necesario en la traslación, porque algunas sentencias son en la original las cuales trasladadas según palabras que derechamente respondiesen, sonarían mal o serían torpes, y hecho algún mudamiento, aunque la sentencia toda quede, quítase o estórcese el mal son.
* El interpretador debe guardar lo que a su oficio pertenece, y es de su oficio del todo remedar al original: porque no haya diferencia otra salvo estar en diversas lenguas.
* Propriamente interpretación no es […] salvo una sentencia tornarla de una lengua en otra: y por ende, todo lo que es allende sale de condición de interpretación.
* Mudar orden en las palabras […] requiere ingenio, y es allende de interpretar. Pues será fuera del oficio del interpretador y hace no ser interpretador al que esto hiciere. Mudar las palabras en la manera suso dicha es figura de circunlocución o paráfrasis, y esto es especial obra y allende de la interpretación, y no puede alguno hacer allende de la interpretación que se llame interpretador, ca será otra cosa. Y es de saber que este mudamiento de orden o de palabras según dicho es, o se hace con alguna necesidad, o sin ella: con necesidad se hace cuando esto no haciendo sería fea la traslación o mal sonante. Empero, el interpretador cuanto pudiere debe hacer hermosa la escritura, y evitar las fealdades y malos sones. Pues entonces será conveniente algo o de la orden o de las palabras mudar. Y esto no será fuera del oficio del interpretador, mas a él convendrá, ca dice Jerónimo en el libro De optimo genere interpretandi que la mejor y más noble manera de interpretar no es sacar palabra de palabra mas seso de seso.
* Y cuando el intérprete puede juntamente hacer hermosa habla en su lengua guardando del todo la orden de las palabras y mudando algunas de ellas, débelo hacer. Y si no puede, más debe mudando algo de la [398] orden o de las palabras hacer la oración hermosa y propia en su lenguaje que no mudando cosa sufrir que sea la interpretación malsonante. Y esto hizo Jerónimo en todas sus interpretaciones, como parece en los libros que trasladó de hebraico: y así lo dice en el suso dicho libro De optimo genere interpretandi.
* Así como del interpretador es mudar la sentencia verdadera y cumplida de un lenguaje en otro, así es de su oficio hacer todas aquellas cosas sin las cuales no se puede bien aquello acabar. Y porque aviene, queriendo guardar la orden y palabras del original del todo, no poder cumplida trasladar la sentencia o malsonante, es de oficio del interpretador entonces mudar algo o de las palabras o de la orden, tanto cuanto abaste para poder dar clara y cumplida y biensonante la sentencia de la interpretación. Y esto no muda el oficio del interpretador, ni allende hace: mas hace todo aquello que es de condición del interpretador, aunque a los que poco consideran parece el contrario.
* Si alguno sin necesidad o en la orden de las palabras o en ellas mudase algo, saldrá de oficio de interpretador. Y este o haría esto añadiendo más palabras para declarar, y entonces sería comentador o glosador, o haría esto no añadiendo mas mudando las palabras o la orden, usando de otras figuras de habla, y este sería nuevo autor haciendo otra edición.
* Lo que se hace apriesa no puede ser tan limpio y apurado como lo hecho con grande maduración.
* En todas las traslaciones ha dificultad y avienen defectos, lo cual manifiestan las Escrituras Santas interpretadas de hebraico en griego y latino. […] Por ellas se prueban las dificultades que son en la traslación y los defectos que avienen a los trasladadores. […] Los libros de la santa scriptura trasladados en griego por los Setenta intérpretes tienen este defecto: que no guardan tal saber en griego cual tienen en hebraico.
* La iglesia de los fieles había recibido a comienzo la interpretación de los Setenta y en aquella perseveró, sacados algunos libros especiales los cuales no se recibían según la traslación de otros intérpretes, como era el libro de Daniel. […] Y así en las iglesias sola la interpretación de los Setenta leían, y las otras eran para ejercicio de los varones letrados, para más buscar la verdad, y eran todos estos griegos, por lo cual en latín pocas fueron tornadas o muy poco de ellas usaban como en las iglesias no se leyese.
[399] Después que Jerónimo trasladó del hebraico en latín, plugo su traslación a toda la Iglesia más que todas las otras, ca era mejor, y en toda parte fue recibida, aunque no en su vida, y por ende no solamente las otras todas mas aun las de los Setenta que primeramente por todas las iglesia era leída fue desechada, y no se escribió, y así ahora no habemos copia de alguna de ellas para que podamos decir las diferencias que entre ellas hay.
* Los que ven la Santa Escritura trasladada en latín o en griego tener poca elocuencia y el estilo bajo menosprécianla antes que la lean, y esta ligereza de estilo le viene porque es trasladada. Y el interpretador ha de seguir la condición de la lengua original porque parezca traslado y no cosa ajena, y lo que es hermoso en hebraico según la condición de la lengua lo parece torpe y muy mal sonante en latín o en griego, y así por parecer trasladado queda feo; y si fuera de nuevo hecha aquella escritura en griego o en latín, pudiera haber más hermosos concibimientos y apuesto estilo, pues de ser trasladada le viene esta fealdad. Y los que no acatan a esto mas solo al estilo aborrecen la escritura pensando no ser mejor el fruto de la sentencia que es la corteza del estilo.
* Lo que en un lenguaje es hermoso, tomado de aquel lenguaje en otro según aquella misma habla es feo, aunque aquel lenguaje del cual trasladamos sea en sí más hermoso que aquel en el cual trasladamos. Y así es de decir que las Escrituras que en hebraico están no tienen feo estilo según la condición de aquella lengua, mas son hermosas. Empero, vueltas en griego o en latín, mal suenan. Así como según la condición de la habla vizcaína o vascongada, alguna habla hay hermosa entre ellos: empero no hay tal habla que tornada como está en lengua castellana no sea muy bárbara.
* Estos libros todos [de la Escritura] aquí nombrados son en metro, y trasladados en griego en latín pierden mucho de la hermosura y esto es por la dificultad de la traslación. Ca como tanta diversidad sea entre la lengua hebraica a la griega y latina, lo que en hebraico hermoso era y escrito en diversos linajes de versos no pudo en griego ni en latín quedar en aquella hermosura ni ser escrito en versos. Y es de acatar que, cuando de una lengua en otra desemejante trasladan, cuanto fuere más hermoso en la lengua original tanto más la fallecería de su hermosura en el traslado: y no se entiende que será más torpe la traslación, ca antes será más apuesta. Empero, más diferencia habrá de la hermosura de la traslación a la apostura del original que había cuando la escritura en el original no es hermosa.
[400] * La lengua hebraica es muy desemejante a la griega y latina, por lo cual tornar verso de una en verso de otra fue dificultad. Ca ni son iguales los vocablos ni semejantes sílabas. Y por ende en prosa puédese hacer traslación, porque no se guarda alguna medida, mas en verso no se puede hacer salvo entre los lenguajes mucho semejantes.
* Aunque el comienzo de los saberes haya descendido de los griegos a los latinos, no son más hermosas las palabras griegas ni la condición del lenguaje que el lenguaje latino.
* Necesario es que cuantas más veces por diversos lenguajes fuere trasladada [una obra] más pierda la hermosura; y porque más apartado está el traslado latino [de las Escrituras], el cual descendió de hebraico en latín mediante el griego, que el griego, el cual sin medio alguno descendió del hebraico, menos apuesto será el traslado en latín que en griego.
* Aunque una lengua sea más dulce que otra, empero no hay lengua en la cual algunas cosas según la condición de ella no parezcan hermosas, y tornadas en otra lengua no tengan en ella aquella hermosura que tenía[n] en la lengua de la cual se trasladaron; y aunque más hermosa lengua sea aquélla en la cual trasladamos que la original de que trasladamos, porque el trasladador ha de seguir la condición de la lengua de que traslada así como sigue la sentencia y no es tal una lengua como otra, piérdese mucho de la graciosidad de la lengua original en la traslación.
* Cuanto más es hermosa la escritura que trasladamos de una lengua en otra menos queda de la hermosura o más se pierde. Así lo dice Jerónimo en el prólogo sobre Isaías: que por cuanto Isaías es más elocuente que todos los otros profetas, menos pudo en él guardar en la interpretación la flor de la palabra que en todos los otros; y la razón es porque en la escritura poco apuesta, poco de apostura perderse puede, y por ende no parece mucho quitarse la graciosidad de la lengua original. Mas en la escritura muy graciosa hay mucho que se pueda perder; y como no pueda una lengua a otra igualmente remedar, es necesario que mucho se pierda de aquella hermosura.
* De trasladar a Homero en vulgar o en latín hay grande diferencia, ca en latín puede haber mucha hermosura, aunque no tanta como en griego; en vulgar, casi ninguna. Y esto por la diferencia del latín al vulgar como el [401] latín sea lenguaje artificial y el vulgar sea más natural y menos limado, y no tiene tales apostamientos como el latín, ni los sufre.
* Más ligero parece al hombre trasladar en vulgar que en latín. Lo primero, porque cada uno más sabe de su vulgar que del latín. Lo segundo, porque en el vulgar halla cada uno más vocablos y con menor trabajo que en latín, en el cual no es ligero buscar o hallar la propiedad de los vocablos.
* El traslado en vulgar no se puede extender a tantos como el latín. Ca el latín es entre muchas gentes y no hay alguno vulgar que sea común a todos o a muchos. Otrosí porque la traslación vulgar no parece de grande dignidad como la latina y así parece que no se haga para otros mas para sí mismo o para pocos y para estar en escondido y no para se divulgar.
* Aunque una lengua vulgar sea mas hermosa que otra y recibir pueda por arte más apostamientos, no hay alguna al latín igual en la cual Homero trasladado no tenga muchos defectos. Ca como el lenguaje griego sea artificioso, y el latino otrosí, y todos los vulgares sean naturales, necesario es que más hermoso sea el latino que los vulgares y más semejante al griego, y por ende menos defectos habrá trasladando en latín que en vulgar.
* Parece que en toda manera de interpretación se pierde mucho de la beldad del habla original, o se pierde toda.
* No puede alguno verdadero trasladar lo que cumplidamente no entendiere.
* El interpretador no puede verdaderamente trasladar sin haber conocimiento de lo que interpreta, pues necesario [es] que conozca lo que a los otros es no conocido, y esto es grande dificultad.